Gracia en los pronombres
20 de septiembre
El aprendizaje del idioma es difícil.
Al final de la quinta y la séptima semana del curso, tomamos una evaluación (la última mía fue el viernes). No es tanto como una prueba sino una herramienta para ver dónde está uno y qué puede hacer para seguir progresando.
Después de mi primera evaluación, me enteré de que tenía mucho más progreso por hacer. Me desempeñé muy bien, si tomamos en cuenta que he estado en este país durante menos de tres meses, he estudiado el idioma durante cinco semanas, y tuve una crisis nerviosa al comienzo de esta evaluación; pero no me desempeñé tan bien como algunas otras personas del curso (una de ellas es mi esposo trilingüe que ha vivido más en este país que en el propio, hmm…) y no tan bien como pensé que debía, porque obviamente sé mucho acerca de este idioma. Apareció el horrible orgullo y perdí toda gracia, dije cosas desconsideradas a mis profesores (¡a quienes realmente adoro!), y fui totalmente desagradable durante unos días.
Pero a veces Dios usa una mala “calificación” para mostrarle a uno la necesidad de Su gracia; y a veces esa gracia tiene que venir de uno mismo para sí mismo.
Cuando me di cuenta: 1) que no había nada malo con no ser la mejor de la clase, 2) que el aprendizaje del idioma es muy difícil, y 3) que no importa en qué nivel esté, nadie va a echarme del país, el idioma se volvió más divertido. En las últimas dos semanas pasé mucho más tiempo charlando con algunas de las chicas locales (que hablan la lengua franca), simplemente contando historias de nuestros hogares, nuestros días, nuestras familias, y otras cosas cotidianas normales; nada formal, solo conversaciones mientras tomábamos una taza de café.
Al final de las dos semanas, fui a tomar mi última evaluación con muchas menos expectativas que antes. Hicimos la evaluación en menos tiempo que la primera, y con mucha más risa; y saqué un puntaje aun mayor del que esperaba. Me di la gracia de hacer un desastre, de ser más lenta que los demás, y de no ser la mejor, la más rápida y la más fluyente hablante de la lengua franca de todos los tiempos.
A pesar de que fue una experiencia horrible, estoy muy agradecida por esa “mala calificación” inicial de mi primera evaluación de la clase de idioma. Siento que he salido de esta experiencia como una persona más agradable y más comprensiva.
Nuestra clase E2 para el otoño del año 2015 en la Noche de Patinaje (temática de héroe).
(De izquierda a derecha) Melanie, Josh, Erin, Friederike, Nina, Brooks
A todos aquellos misioneros de la selva (o tal vez tú conoces a un misionero de la selva) que están aprendiendo un idioma en este momento… los entiendo. Es muy difícil, se siente uno como un idiota durante gran parte del tiempo, y es probable que uno esté compitiendo consigo mismo y con sus compañeros de equipo, a pesar de que uno realmente no quiera. La lengua brega con esas nuevas palabras, aunque uno las conozca, y no siempre se pueden recordar sus pronombres. Date la gracia de fallar y de ser más lento para hablar que alguien más.
Aprendizaje
14 de octubre
Esta ha sido otra semana de aprendizaje para nosotros en la Tierra de lo Inesperado.
Los insectos son una parte normal de la vida cotidiana. Supongamos que dejas algo fuera durante la noche; hormigas. Pones la fruta en un tazón para que se vea bonita y sea fácil tomarla; hormigas. Olvidas meter tu ropa antes que salgan los escarabajos moona; escarabajos moona en tu casa; puedes ver la foto. Lo que no sabía es que los murciélagos de la fruta también son una parte normal de la vida diaria, y son sorprendentemente inteligentes.
Esa vez traje a mi casa más de 25 escarabajos moona (también conocidos como insectos de junio) por accidente
Por lo tanto, decides ser más astuto que las hormigas y cuelgas tus bananos fuera en tu porche. Así no tienes hormigas en tu casa, y los hermosos bananos cuelgan como una extraña planta en maceta en tu porche. Todos salen ganando, ¿verdad? No. Aparece en escena el murciélago de la fruta; estas criaturas nocturnas solo comen fruta, pueden alcanzar una envergadura de 1.5 m, hacen un zumbido aterrador al volar, y son capaces de desatar la toalla con que envolviste los bananos para que los murciélagos no pudieran alcanzarlos. Luego proceden a probar cada uno de los bananos del racimo, y hacen un gran desastre.
Lección aprendida. Ahora guardo los bananos en mi porche protegido con malla
Sin embargo, los insectos y los murciélagos no son cosas por las que uno deba enfadarse, sino algo para enfrentar y reír. No se puede tomar todo tan en serio cuando se vive en un lugar distinto del país propio. Nada funciona del mismo modo, nadie piensa igual, y es inevitable hacer muchos más errores. Está bien; ríe, aprende, acéptalo y sigue adelante.
En esta semana Josh ha estado aprendiendo el trabajo de coordinador de vuelos; esto significa que ha estado encargado de programar y llenar todos los vuelos con misioneros y carga que van hacia y desde los sitios selváticos, así como del manejo de los pilotos, los aviones y el personal para que todo fluya (relativamente) sin problemas.
Yo acabo de empezar a trabajar como recepcionista en la clínica médica de nuestro centro misionero. Soy responsable de los gráficos, los cobros, y de mantener el orden general de la oficina. Aún estoy recibiendo capacitación, pero ¡disfruto mucho el trabajo allí!
Mi primer día en la clínica y este fue uno de los pacientes que vinieron. Se trata de un codo; y un codo no debe verse así
A pesar de que Josh y yo ya hemos estado tres meses en la Tierra de lo Inesperado, todavía hay mucho que aprender. Y justo cuando uno cree que ha visto todo… PNG le muestra lo mucho que todavía tiene que aprender. Este país nunca es aburrido, siempre es interesante, y no lo cambiaría (todavía).
Compra de víveres, lecciones de acaparamiento
27 de octubre
Cocinar puede ser algo estresante en cualquier país y cualquier cultura. Sin embargo, generalmente hay ayudas o atajos para que sea un tris más fácil. Hay paquetes, polvos, enlatados y todo ya viene en trozos. Si te quedas sin algo o decides en último momento que quieres algo más, puedes pasar corriendo a cualquier tienda o gasolinera y obtenerlo con relativa facilidad. Y ¿qué de esos días cuando no quieres cocinar o deseas algo diferente? Puedes ir a cualquier número de restaurantes y pedirlo.
Cocinar en el campo misionero es una extraña mezcla de ser lo mismo y ser muy, muy diferente.
¡Tan dulce y acogedor! Es como ir de compras con amigos… y vecinos, y compañeros de trabajo y… oh, espera 🙂
En mi caso, la tienda del centro misionero solo se abre dos días a la semana, y si te quedas sin algo en un día diferente, bueno… ojalá que tu vecino tenga algo. En lo que respecta a compras, a veces es un asunto de abundancia o escasez; y es increíble lo rápido que cambia tu mentalidad cuando tienes que comprar aquí. Ves que algo ha estado fuera de existencia por un tiempo, digamos que la leche… Sabes que en la casa tienes dos cartones de leche y un poco de leche en polvo en una lata, pero puedes ver claramente que no queda mucha en la tienda. No piensas mucho en ello y sigues adelante; un par de semanas después, sin embargo, observas que consiguieron un nuevo envío de leche –¡y los estantes están llenos!
En ese momento, no importa si estabas pensando en comprar leche o no, no importa si la necesitas, y no importa si cuesta $7 dólares. La compras (y por lo menos 2-3 adicionales) simplemente porque está ahí y sabes que finalmente se agotará otra vez. Hay un poco de acaparamiento que es 100% necesario para mantener tu despensa relativamente abastecida.
Un día típico de compras en Papúa Nueva Guinea. ¿Qué tanto quieres un jamón de dos kilos? No está tan mal
Hay algunas tiendas de víveres en la ciudad en las que podemos comprar si nuestra tienda se queda sin algo, pero se requiere conseguir un grupo de al menos tres (incluido un hombre) y alquilar o tomar prestado un vehículo para hacer el viaje de 20 minutos a la ciudad. A veces vale la pena, y otras veces no –me las arreglé para encontrar el último kg (2 lbs) de queso crema en el país (exagero… generalmente) para ponerlo sobre los bagels que había hecho, pero no pude comer porque no era ningún queso crema.
Mmm…. bagels caseros
Como una acotación, ¿alguien más piensa que los bagels necesitan queso crema para ser comestibles, o solo soy yo? ¿Solo yo? Oh… entonces no importa.
La cocina es más o menos lo mismo que en cualquier otro lugar del mundo, con la excepción de que tienes que hacer desde cero casi todo. No hay atajos de paquetes instantáneos para hacer la cocina más fácil o más rápida. Por suerte para mí, me gusta mucho cocinar y hay algo encantadoramente anticuado acerca de hacer tu propia comida con ingredientes crudos. He aprendido a hacer masa para pizza, bagels, yogur (de leche en polvo), y granola.
Sé que no todo el mundo piensa lo mismo, pero creo que es absolutamente divertido adaptarse a la idiosincrasia de un nuevo país. Es bueno recordar que las cosas funcionan o no funcionan de manera diferente a lo que estamos acostumbrados, que este centro misionero no es la ‘Pequeña América’ y que solo te deprimes si te molestas por cosas que simplemente son y no pueden ser cambiadas.
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