Dios arregló los encuentros
4 de septiembre
Hace unas semanas, Shaune tuvo la oportunidad de hablar en una iglesia que no está lejos de nuestra casa. Por lo general, todos vamos en familia, pero en esta semana los niños se sentían mal, por lo que me quedé en casa para una mañana de descanso. Detesto no poder ir con él –¡siempre siento que me pierdo de algo interesante! Y ciertamente en esta semana algo muy interesante sucedió:
Hemos visitado ocho iglesias diferentes durante los últimos tres meses. Tenemos unos preparativos que conocemos al dedillo: las cosas de esta bolsa deben estar en ese sitio de la mesa. Pero la charla se adapta en cada ocasión para que permanezca fresca. Cuando Shaune estaba preparando su charla, decidió modificarla un poco para incluir un detalle específico de su testimonio que normalmente no incluye –expresar su gratitud por un hombre en particular que influyó mucho en él en su camino de fe. Este amigo es un compañero de trabajo anterior que probablemente nunca supo el ejemplo que estaba dando.
¡Qué alegría cuando Shaune se enteró de que su viejo amigo también estaba de visita en la iglesia en esa mañana, como parte de una presentación musical especial! Durante mucho tiempo él había querido agradecerle a su amigo por su impacto, pero no había podido debido a que había perdido la información de contacto. Qué bueno que Dios organizara este encuentro sin nuestra intervención. Para Shaune y su viejo amigo fue una bendición volver a encontrarse y alentarse mutuamente en la fe de nuestro buen Dios.
Cuanto más seguimos a Dios, más le vemos proveer. Esto nos hace cantar de alegría. ¡Alabado sea Dios por las pequeñas cosas que edifican a diario nuestra fe!
Otra visita a una iglesia
17 de octubre
Durante el fin de semana pasado, nuestra familia fue bendecida al participar en los servicios de la mañana de la Iglesia Bíblica de Trimble. Shaune habló en la escuela dominical y presentó el sermón. Esta iglesia tiene un corazón para las misiones; ¡nos recibieron con los brazos abiertos!
Honestamente, nos estamos cansando de estos meses de viajes. Empacando, conduciendo el auto, durmiendo en lugares extraños, refrenando a los niños, todo se suma. Pero seguimos adelante, y justo cuando más lo necesitamos, el Señor provee exactamente lo que necesitamos. Nuestra visita a Trimble fue muy alentadora; pudimos relacionarnos y tener conversaciones verdaderas con muchos miembros de la congregación al adorar juntos y al disfrutar de una comida comunal.
A partir de ahora hemos llegado al final de itinerario de viajes. Estamos sentados aquí y orando: “Dios, ¿y ahora qué sigue?” Nuestra casa ha estado en el mercado durante seis semanas y seguimos reuniéndonos con personas para explicarles nuestro ministerio e invitarles a acompañarnos. Esta temporada definitivamente esfuerza nuestra fe mientras derramamos nuestros corazones en oración. Cada vez que hablamos, la carga de nuestro corazón aumenta por la gente del mundo que aún necesita oír el Evangelio. Todos los días, en todo el mundo, hay personas que nunca han oído acerca de lo que Cristo hizo en la cruz por ellas. Entre más oramos y más perseveramos en este viaje para elevar nuestro sustento, Dios abre más nuestros ojos a las necesidades de estos hijos suyos. Estamos orando como nunca antes.
Aunque estábamos emocionados por llegar a Sanford para comenzar nuestro trabajo ‘oficial’, vemos que Dios está usando este tiempo para moldearnos a nosotros y a las congregaciones que visitamos. Podemos despertar pasión por las misiones en las congregaciones. El enfoque de nuestras charlas es el Programa de Miembros Asociados, del cual somos parte. Me encanta cuando veo que a la gente se le enciende el bombillo. —‘¡Oh! Las destrezas que tengo, o que tienen mis hijos, o mis nietos, ¡también son útiles para la obra misionera!’ Esta temporada tiene tanto valor como el trabajo que finalmente estaremos haciendo. Oramos para que en cada visita la gente sea movida a participar en misiones en la manera en que Dios le indique –orando, enviando, o yendo.
¡Gracias por continuar orando con nosotros!
Pies hermosos
17 de octubre
Iniciamos el otoño haciendo unos buenos contactos a medida que seguimos trabajando en el desarrollo de un grupo de socios de ministerio. Tuvimos la oportunidad de hablar en una conferencia misionera en Waterman, IL. Fue nuestra primera conferencia de misiones –¡y esperamos que no sea la última! Disfrutamos inmensamente los tres días que pasamos compartiendo, enseñando y fomentando amistades. Nos encantó conocer a la gente de la Iglesia Bíblica de Waterman, quienes nos dieron una calurosa bienvenida. Tuvimos el privilegio de unirnos con la familia Hatton, una familia de NTM que trabaja en la tribu amdu de Papúa Nueva Guinea y que está tomando un año sabático, para hablar sobre la obra misionera, la cual se relacionaba con el versículo lema de la conferencia:
“!Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: !Tu Dios reina!” (Isaías 52:7).
Hablamos sobre este tema varias veces durante el fin de semana. Compartí que este versículo, y los adyacentes, resume tres mandatos dados al pueblo de Dios: 1) Despierten a la voz de Dios, 2) Escuchen y entiendan las buenas nuevas de salvación para toda la tierra, y 3) Salgan, vayan en obediencia. Para mí, este es el corazón de las misiones.
Como creyentes, todos estamos sujetos a estos mandatos; ninguno es opcional. Si amamos a Cristo, debemos compartir Su evangelio. Se nos ordena ir. Pero si no puedes ir, entonces debes enviar: “¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?” (Romanos 10:15). ¡Ansiamos ir! ¿Quieres asociarte a nosotros para que hagamos nuestra parte en la labor de compartir el Evangelio?
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