Las estaciones están cambiando aquí en Pal. Estamos pasando de una temporada de lluvias a una temporada ligeramente menos lluviosa. Y uno sabe que es cierto porque el viento ha cambiado.
Durante la mayor parte del año recibimos una brisa agradable que asciende del valle en un lado de nuestra cordillera, la cual nos mantiene frescos cuando el sol está brillando y cae la lluvia en la mayoría de las tardes; pero entre diciembre y principios de marzo, el viento cambia de dirección y llega azotando el valle en el otro lado de nuestra cordillera, y es un tipo completamente diferente de viento. Llega en grandes ráfagas que suenan como un tren de carga y se van acercando gradualmente hasta que chocan con la casa y la azotan durante un minuto o dos y luego pasan y nos dejan en calma y en silencio nuevamente; ¡hasta la próxima ráfaga!
La semana pasada los vientos fueron tan fuertes que arrancaron una parte del techo de nuestros compañeros de equipo. Sacaron los clavos de las vigas y arrancaron las tejas de hojalata como se pela un plátano maduro. Nosotros estábamos solos aquí en ese momento, y estaba fuera del alcance de Chris poder subirse allí en medio del viento y tratar de arreglar las cosas. Afortunadamente el compañero de trabajo regresó de su descanso al día siguiente y Dios nos bendijo con un día sin lluvia para que todos los hombres pudieran subirse allí a volver a poner el techo.
El domingo, los creyentes se reunieron en la aldea y escucharon a Chris enseñar sobre otra clase de viento. Pronto empezaremos a enseñar el libro de Hechos, así que para prepararlos para los dos capítulos primeros, les enseñamos lo que Jesús dijo acerca del Espíritu Santo y lo que significa para cada uno de ellos. La palabra del idioma pal para espíritu es “viento”, de modo que el Espíritu Santo es “Viento de Dios” –en cierto modo apropiado, considerando que ¡la casa se llenó con el sonido de un gran viento en el día de Pentecostés!
Ellos nunca habían oído una enseñanza tan clara acerca del Espíritu Santo, así que todo el mundo era todo oídos el domingo; y escucharon por primera vez que Jesús dijo que el Espíritu Santo es enviado para ayudar a los creyentes, para enseñarles, y para convencerlos de pecado. Esto también está llevando a los incrédulos al arrepentimiento y a la fe, y Chris compartió que solamente el Espíritu de Dios es capaz de hacer eso; nuestro trabajo es esparcir la “semilla” y ser obedientes al mandato de hacer discípulos, pero es Dios quien hace el milagro del renacimiento espiritual.
Uno de los hombres se levantó después de la lección y les recordó a todos que Jesús dijo que el Espíritu Santo les enseñaría, y no solamente a unos pocos de ellos sino a todos los que han creído. Dijo que Dios nos envió a los blancos a esparcir las semillas mediante la predicación de la Palabra, pero que Dios mismo, por medio de Su Espíritu Santo, sería el Maestro.
Es emocionante oírles animándose unos a otros y ayudándose entre sí para entender lo que están aprendiendo.
En otras noticias, nuestra amiga, la consultora de traducción, está aquí y ha estado ayudándonos a hacer las últimas revisiones de Éxodo y Marcos. Cuando ella dé su aprobación, podremos imprimir y entregar más de la Palabra de Dios para que los creyentes lean. ¡Y ellos están sedientos de ello!
Gracias por orar con nosotros y por nosotros mientras vivimos y trabajamos aquí. Dios es un maestro fiel y nosotros nos sentimos orgullosos de ser parte de la cosecha pal junto con ustedes.