¡Hemos llegado! El cansancio por el desfase horario fue peor esta vez para todos nosotros que cuando vinimos por primera vez. La vida aquí todavía es muy superrealista para nosotros; las cosas aún parecen innaturales, pero he tenido que recordarme a mí mismo que sólo debo esperar un poco de tiempo y nos volveremos a adaptar. Estas son algunas de las cosas interesantes en cuanto a nuestro regreso:
- Efectos del ébola – Cuando bajamos del avión, antes de pasar por inmigración, hicimos cola para que nos tomaran la temperatura. Cuando recogemos a nuestros hijos de la escuela, tenemos que lavar nuestras manos antes de entrar en los terrenos de la escuela.
- Cambios – Tuve un momento de pánico cuando vi el cepillo dental de Tyler dirigiéndose hacia el agua del grifo…”¡Nooooooo!”. O el momento en que me paro enfrente del horno y giró la perilla esperando que el horno se encienda, olvidando que necesito encenderlo con un fósforo. Son los cambios pequeños los que nos toman por sorpresa.
- El tráfico – Regresamos al país en un día festivo, lo cual significa que tuvimos que sentarnos en el tráfico durante tres horas para llegar a casa.
- Caos – Fui en el auto a recoger a los chicos al salir de la escuela. Conducir aquí es como tejer a través de un mar de personas, vacas, carretas de caballo, bicicletas, motocicletas y autos que entran y salen de la vía cada vez que quieren. Cada viaje es una aventura en sí mismo.
- Nuestra carretera – Ellos pusieron nueva tubería debajo de nuestra carretera mientras no estuvimos, y para hacerlo tuvieron que excavar. Luego “repararon” la carretera. Así es la vida aquí.
¡Así de bien la repararon!
Las fotos no le hacen justicia, pero a duras penas se puede conducir a través de ella
- Bichos – Nuestra primera comida fue macarrones. Los fideos tenían bichos, pero no sabían mal. Ethan los vio en la olla y después no tocó la comida. Le aseguré que estaban muertos y que la mayoría se habían ido por el desagüe. Sin embargo, lo único que él hizo fue sentarse allí diciendo: “¡Qué asco!”. Esto nunca lo había molestado antes, unas pocas semanas más y seguramente todo volverá a la normalidad.
- Francés – Tyler perdió casi todo su francés. El resto de nosotros lo conserva bien, pero Tyler ya no tiene idea de qué está diciendo la gente. Para mí es asombroso que pueda suceder eso; él es el menor y su francés estaba menos solidificado con sólo un año en la escuela. Sé que él lo retomará rápido ya que debe estar enterrado en algún lugar, pero mientras tanto observo su linda mirada perdida y asiento cuando la gente aquí intenta hablar con él.
Él puede haber perdido su francés, pero se aferró a la moda. Los cuadros y las rayas van bien aquí.
- La escuela – Los niños empezaron a estudiar el lunes. Ethan estaba muy nervioso, pero al final del día, dijo: “No fue tan malo como pensé”. ¡Qué éxito!
- Los elogios – Me estoy volviendo a acostumbrar a los cumplidos de aquí ya que me han preguntado si estoy embarazada y me han dicho que gané peso en América, lo cual debe significar que Dios fue bueno con nosotros. Sólo sonríe… sólo sonríe.
Cindy, la madre de Joel, dejó su huella en nuestra casa
Plantas y árboles en macetas se pueden ver por todas partes. ¡Qué bien para la familia!
Hemos tenido que hacer muchos ajustes, pero a través de todos ellos hemos estado de buen humor.
–Esta mañana Ethan me dijo: “Mamá, sin duda Dios ha sido bueno con nosotros”.
–“¿Cómo así?”, contesté.
–“Bueno, hemos estado aquí unos días y no tengo picaduras de zancudo. Aún no he visto ninguna cucaracha ni ningún escorpión en nuestra casa, y el clima no ha sido demasiado cálido”.
Sé que estos días no han sido fáciles para Ethan pues su sueño ha sido mínimo, la escuela fue terrible y ha tenido que acostumbrarse a la comida. Sin embargo, a través de todo aún seguía alabando a Dios. Su actitud produjo una sonrisa en mi rostro. Ethan tiene razón…. ¡Sin duda Dios es bueno!