{La vida de los misioneros transcurre fuera de su propia cultura}.
En este momento, mientras lees esto, al menos un misionero está sentado en una casa a mitad de camino entre “a ninguna parte” y “en ninguna parte, sino aquí”, y tal vez se sienta solo. Podría estar preguntándose si alguna vez llegarán a entender a la gente a la que Dios los ha enviado. Tal vez esté cumpliendo un rol de apoyo y se sienta insignificante y poco apreciado. En este mismo momento, pareciera que no puede continuar, por una cantidad de razones.
La batalla diaria
No hay tranquilidad. Cientos de insectos podrían estar golpeteando la malla de las ventanas, atraídos por la luz tenue que reposa sobre la mesa. La lluvia podría estar resonando sobre su techo de hojalata. Podría ser que la gente esté en su porche, pidiendo su atención.
Y el clima es caliente y pegajoso, y no hay suficiente lluvia o hay demasiada, y el solo hecho de vivir aquí es una lucha agotadora. ¿Cómo se supone que van a plantar una iglesia, cuando hay una batalla diaria para aferrarse ellos mismos a Jesús?
¡Y entonces sucede!
Y luego tú oras.
El resultado inicial podría ser algo pequeño. Un suspiro o una respiración profunda. Una brisa fresca. O algo tan simple pero a la vez tan profundo como la esperanza.
Las circunstancias no cambian, pero en Dios, ellos encuentran la fuerza para perseverar. En Su Palabra, reciben el aliento que necesitan. En Su presencia, hallan el consuelo que tanto anhelan.
Porque tú oraste.
Tú haces la diferencia
Por favor, no pienses que “sólo estás orando”.
Tus oraciones ahora mismo están haciendo una diferencia en las vidas de los hombres y las mujeres que están sirviendo a Dios. Hombres y mujeres que saben lo que es llegar al final de sus propios recursos –y descubrir una vez más que en Dios está toda la fuerza, el ánimo y el conocimiento que siempre necesitarán.
Y todo lo que podemos hacer es decir: gracias.
Si las oportunidades que ofrecemos para que tú ores son de tanta bendición para ti como tú eres para nosotros, ¿te animarías a dar a conocer el boletín de oración a uno o dos amigos, y les mostrar[as dónde pueden inscribirse?