¡Nos encantó completamente ser parte del primer esfuerzo de evangelización de la nueva iglesia mwinika hacia otro grupo étnico!
Durante el fin de semana pasado, Abar, Liberia y sus dos hijos pequeños, se trasladaron a la aldea de Alana, la cual es predominantemente marevone (un grupo étnico cuya lengua es muy parecida a la mwinika), para comenzar con las clases de alfabetización y la enseñanza bíblica desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
La nueva casa. Abar y Liberia se alegraron por la casa que la comunidad escogió para ellos. Abar estaba preocupado porque la casa que había visto la vez anterior, no tenía una buena puerta de entrada que pudiera asegurarse. La comunidad decidió recolectar dinero para tomar en arriendo esta casa que queda cerca del sitio de la enseñanza. Este hecho no tiene precedentes… Gente que él apenas conoce ¿alquilando una casa para ellos? Abar fue testigo de la provisión del Señor, quien les dio esta casa que es aún mejor que la de ellos, y sin ningún esfuerzo de su parte. Dios es bueno.
La instalación. Nuevamente nos dimos cuenta con lo poco que una persona puede vivir… ¡Liberia fue capaz de “instalarse” en 30 minutos!
Liberia parecía no inmutarse por los nuevos desafíos de establecerse en un nuevo sitio. Cada vez que le preguntaba cómo le estaba yendo al respecto, ella respondía: “¡Es sólo con la ayuda de Dios!”.
El mercado local. Liberia se puso muy feliz al ver que el mercado local tenía todo lo que ella necesitaba. La aldea de Alana es un pueblo de un tamaño considerable (en términos mwinikas), y el mercado siempre es muy concurrido; ¡aquí Francois está haciendo nuevos amigos!
Comiendo juntos. Disfrutamos de comer juntos, la comunión mutua nos anima a todos.
Acostándonos con las gallinas. ¡Todas las noches nos acostábamos a las 8:00!