Nuestros ayudantes de traducción de la etnia ivanga y nosotros nos reunimos en el centro misionero con el consultor de traducción Ned Beall, a fin de hacer la revisión final de los capítulos 6-16 del evangelio de Lucas. El compromiso de ellos con la traducción fue un gran estímulo para nosotros.
Cuando llegaron con uno y medio días de retraso para la revisión, explicaron los numerosos desafíos que enfrentaron en el viaje. Después de caminar río abajo durante un día hasta una aldea donde esperaban tomar un bote que los llevara río abajo y hasta el otro lado del océano, tuvieron que pasar otra noche en una aldea donde tomaron un camión hasta una ciudad cercana. Allí pudieron viajar en un transporte público hasta nuestro centro misionero. Ellos llegaron cansados, con hambre, sucios y decididos a trabajar; llegaron en la última parte de la mañana y después de tomar un poco de tiempo para ducharse y almorzar pudimos comenzar.
¡Qué bendición ver, a través de su compromiso con el trabajo, la importancia que tiene la traducción para ellos! Ciertamente disfrutamos el tiempo que tuvimos que trabajar hombro a hombro en torno a la Palabra de Dios.
Recientemente, Shirley viajó junto con su coobrera Esther Smith hasta el centro de orientación misionera para ayudar a orientar a los misioneros nuevos en cuanto a los recursos disponibles para las familias que educan a sus hijos en casa y sirven en sitios remotos. Fue una bendición conocer a estas jóvenes familias que se están preparando para servir aquí en Papúa Nueva Guinea en los diferentes ministerios a los que Dios las está guiando.