“Para los misioneros de la región Acre de Brasil Occidental, la falta de un servicio de aviación significa que cualquier viaje a la selva podría ser el último”, informa Phil Koop, director ejecutivo de NTMA.
Y tiene razón.
Sin un avión, entrar a la selva es difícil. Es necesario navegar ríos, caminar a través de densos senderos selváticos, y pasar noches a la orilla de un río o en la selva con la familia. Y como no hay tiendas en las aldeas remotas de la selva —no hay tiendas de víveres, no hay ferreterías y no hay farmacias— todos los suministros que se necesiten debe ser cargados por uno mismo. No obstante, este viaje es exactamente lo que una nueva familia misionera con tres hijos pequeños estaba contemplando.
Pero si entrar a la selva es difícil, salir lo es también.
Digamos que uno empieza a sentirse mal y con fiebres altas. Algunos días uno padece delirios, entrando y saliendo de un aturdimiento. En los momentos de lucidez, uno cae en la cuenta de que el mosquito molesto que estaba zumbando alrededor de uno unas semanas antes, ése que le picó, le dejó algo desagradable. Entonces llega la certeza de que uno tiene malaria; pero la confirmación de ese hecho, junto con el remedio, está a varios días de camino y un viaje en río. No es un escenario alentador, ¿verdad?
La misionera veterana Sheryl Rich entiende el riesgo. “[Si] tenemos una urgencia de salud, no hay manera de salir, excepto por el sendero. Y todos sabemos que la opción de andar durante varios días si uno está muy enfermo… es imposible”.
Sin embargo, durante varios años ya, muchos misioneros han afrontado voluntariamente estas condiciones. Ellos han hecho sacrificios físicos para que los grupos étnicos aislados puedan aprender del supremo sacrificio de Cristo en la cruz.
Pero esta forma de acceso a la tribu no tiene por qué ser así. Un programa de vuelos podría cambiar todo eso. Éste ha sido un sueño en que NTM de Brasil ha estado trabajando durante seis años. Un sueño que está cerca de hacerse realidad.
Después de años de trabas legales, se están haciendo progresos y finalmente se está ganando impulso.
- En abril de este año, se realizó una reunión en Brasil entre NTMA y otras dos agencias misioneras evangélicas de aviación. Alas de Socorro y SIL (Instituto Lingüístico de Verano) acordaron prestar pilotos para ayudar a volar el Cessna 206 de NTMA cuando llegue a Brasil.
- El 14 de mayo, los pilotos Larry Dye y Ace Glidewell pilotaron el Cessna 206 desde Arizona hasta Ohio, donde técnicos expertos instalarían la especialidad de radio de alta frecuencia. La radio es esencial para tener comunicaciones claras mientras los pilotos vuelan sobre la densa selva tropical brasileña.
- El 16 de mayo, el piloto de NTMA que está en el sitio en Brasil, Charlie Patton, recibió su licencia brasileña de piloto después de casi cuatro años de estar cumpliendo requisitos legales y técnicos.
“Ha habido obstáculos a lo largo de todo el camino, y sin embargo hemos visto a Dios derribar fielmente cada uno… uno por uno”, informa Jason Miller, director de personal de NTMA.
Este impulso creciente ofrece esperanza de alivio a los misioneros que han estado trabajando durante mucho tiempo bajo circunstancias menos que ideales. Los obstáculos están siendo superados y el sueño está a nuestro alcance. Pero las oraciones de ustedes aún son necesarias para:
- El equipo adecuado de pilotos experimentados para pilotar el avión hasta Brasil, y por un paso sin inconvenientes a través de las oficinas de importación e impuestos.
- Los preparativos previos en el sitio para recibir el avión.
- Más pilotos de NTM para servir en Brasil.
- Las finanzas que aún se necesitan para hacer de este sueño de tener un programa de aviación en Brasil una realidad.
El impulso ha comenzado. ¿Orarán ustedes para que éste siga adelante?