Cuando yo pensé en ir a otro país, sabía que tendría que cambiar muchas cosas para ser eficaz allí. Nunca entendí realmente lo que eso significaba hasta que estuve allí.
Quiero compartir contigo algunos ejemplos de cómo Dios está obrando en nosotros y nos está permitiendo cambiar en maneras divertidas y difíciles. Todos estos ejemplos son de lo que hemos aprendido hasta el momento y están sujetos a cambio, a medida que aprendamos más acerca de la vida aquí.
Estamos aprendiendo a saludar apropiadamente a nuestros vecinos. Esto significa que les preguntamos acerca de familias –esposo (o esposa) e hijos. Es similar a otros países de América donde la respuesta esperada es “ça vas bien”, (estamos bien), sin importar realmente las circunstancias. Es muy importante que nuestros hijos aprendan a estrechar las manos de todos cuando entran a un sitio lleno de personas. Los niños de aquí no salen a jugar hasta que no estrechan las manos de todas las personas presentes. Creo que es una señal de respeto con las personas mayores. A veces Grace necesita de un poco de ayuda con eso; a Caleb le cuesta un poco menos de esfuerzo. Esta costumbre es un poco diferente para nosotros.
Estamos aprendiendo a hospedar personas en nuestro hogar. Cuando queremos ofrecerles algo para beber, decimos:
–“Tengo agua o café, ¿qué deseas?” o ”Voy a traer el café”.
–No…
–“¿Quieres algo para beber o quieres algo para comer?”.
Si la persona dice: “Gracias”, eso significa “No”. Cuando ellos salen, yo debo insistir, al menos una vez, en que se queden o pensarán que no quiero que estén.
Estamos aprendiendo a preparar comidas diferentes que le gusta a la gente aquí, y a comer un poco como ellos. La gente de este país come alrededor de un tazón, a veces en el piso, y a veces alrededor de una mesa pequeña con el tazón en ella. Nosotros tratamos de hacer esto, al menos una vez en la semana, para acostumbrar a nuestros hijos a esta manera de comer. Estamos aprendiendo a hacer aseo más como ellos. Inclinándose desde la cintura para abajo, y no acuclillándose ni arrodillándose. Mi cuerpo va a necesitar de un tiempo para poder doblarse de la manera que ellos lo hacen. Estamos aprendiendo a lucir como ellos, en cuanto a la ropa y el cabello (como en la foto). A ellos les gusta mucho cuando hacemos esto y hacen comentarios como: “Ustedes ya son senegaleses”. Cuando nosotros nos vestimos como ellos, eso les muestra que los acceptamos a ellos y su manera de hacer las cosas.
Otra cosa que estoy aprendiendo a cambiar es mi reacción de sorpresa o disgusto cuando una amiga pide cosas directamente, por ejemplo: “Dame esas galletas para mi casa y mi familia”. Yo sólo necesitaba entender que está bien y es normal que ellos pidan eso, cuando son mis amigos.
Estos ejemplos anteriores son acerca de cosas materiales, pero qué tal tratándose de valores familiares, ¿cómo gasta uno el dinero, cómo cría a los hijos? ¿Cuáles cosas son bíblicas y cuáles son simplemente culturales? ¿Cuál es el equilibrio entre ser un “mayordomo prudente” y ser adecuado culturalmente? Lo que aquí se considera como un mayordomo prudente se ve diferente en mi propio país. Aquí, si uno les da a otros es un mayordomo prudente. En mi país, uno es prudente si ahorra el dinero.
Cuando estábamos en el Centro de Capacitación Misionera en Canadá, nos hablaban a todos acerca de “identificarnos”. Necesitamos cambiar para volvernos importantes para aquellos que están a nuestro alrededor. Nosotros recibimos esa información y ahora estamos en medio de esto, IDENTIFICARSE es un estilo de vida, no es un cambio rápido, como cambiarse de ropa. No nos volvemos importantes para otros en un día o aun en unas pocas semanas, sino que es un proceso que dura toda la vida. Constantemente estamos decidiendo ser importantes para otros en esta cultura: por la manera en que saludamos a la gente, la manera en que vestimos, cocinamos, compramos, visitamos, hospedamos, adoramos, y la lista podría seguir y seguir. Para tener un ministerio significativo entre esta gente debemos ser importantes para ellos. Tenemos la libertad de ser como ellos hasta el punto en que no contradiga las Escrituras. Nosotros siempre seremos diferentes por causa del color de nuestra piel y probablemente por nuestro acento, pero estamos buscando maneras de poder encajar mejor y vivir como ellos. Ése es un reto constante. Pero Dios nos está dando la gracia para cumplirlo. Estamos aprendiendo cosas nuevas todos los días.