¿Cuántas décadas debe esperar un grupo étnico para oír las buenas nuevas de Jesús?
Pete Hypki dice que realmente nunca le han gustado las matemáticas. Pero hay ciertas cifras relacionadas con el ministerio de él y su esposa, Liesl, que a ellos les gustaría compartir.
Para empezar, Pete dice que no parece que haya pasado mucho tiempo desde que ellos se trasladaron a la pequeña aldea donde ministran a la gente nahuatl; pero han sido dos años.
“Nuestra casa aún no ha sido terminada, la iglesia nahuatl todavía tiene que ser plantada, pero ya pasaron dos años y nosotros seguimos aquí —estudiando, trabajando, fomentando confianza, estrechando amistades”, comparte Pete.
Pete dice que las cosas han cambiado en dos años. “La gente ya no nos pregunta si vamos a regresar cuando salimos a comprar provisiones. En lugar de eso preguntan cuándo vamos a regresar. …La confianza se desarrolla con el paso del tiempo”, observa Pete.
También hay más cifras en la historia, comenta Pete. Como las más de 2.000 horas que el equipo misionero ha invertido en el estudio del idioma nahuatl. Con mucha esperanza y oración, estas horas invertidas prepararán al equipo para trabajar competente y diligentemente en la creación de recursos para la alfabetización y la enseñanza bíblica que les permitan compartir claramente el Evangelio con la gente nahuatl en su propia lengua.
“Una última cifra”, añade Pete, “es la edad del hombre más viejo de la aldea. Antonio no sabe realmente cuántos años tiene, pero nosotros estimamos que pasa de los 70”.
“Y ése es el número que más vale la pena recordar”, continúa Pete. “Porque significa que Antonio ha vivido al menos 70 años sin nunca haber oído el Evangelio en su propio idioma”.
Y Pete dice que por eso es que las más de 2.000 horas que han pasado estudiando el nahuatl son apenas el comienzo de la historia.
El equipo misionero está contando los días que faltan para poder presentar el Evangelio con fluidez en el idioma nahuatl a Antonio y a muchas otras personas que necesitan urgentemente oír el mensaje de esperanza y redención que hay en Jesús.
Ora por la bendición de Dios mientras ellos continúan amando a la gente nahuatl y confiando en la obra de Dios en sus corazones y en la aldea. Ora para que Dios levante más obreros para trabajar en Su mies y haga que sus vidas cuenten para la eternidad.