Scott Phillips estaba platicando con Debatoma, un creyente dao, acerca del próximo proyecto de impresión del libro de Juan traducido al idioma dao.
“Uno no es suficiente —por favor, ¿puedo tener dos ejemplares?” pidió Debatoma a Scott.
Scott le preguntó si quería un ejemplar adicional para un amigo.
“No, ambos ejemplares son para mí”, respondió Debatoma. “Es que no hay ningún sitio a donde yo vaya, y no hay nada que yo haga sin mis libritos de las Escrituras que tú traduces y nos das. A veces en la selva cae un aguacero y los libritos se mojan, otras veces al pasar rozo bejucos y se ensucian. Mis libros sufren mucho en mi mochila tejida y las páginas se deterioran. No quiero estar nunca sin el libro de hojas de nuestro Creador, entonces quiero guardar a salvo un ejemplar en mi choza y cargar el otro”.
Scott no pudo evitar sonreír mientras oía el razonamiento de Debatoma. Y luego, oyéndolo hablar a él, muchos otros creyentes también metieron la cucharada: “Sí, yo también voy a necesitar dos; por favor, ¡deme dos!”.
Más tarde en la noche, Scott y su esposa, Jennie, reflexionaron juntos sobre los cambios que Dios ha operado en el valle dao en los diez años que ellos han vivido allí.
“Cuando llegamos por primera vez al territorio dao, su idioma no tenía un alfabeto escrito. Ni una sola persona del valle sabía leer o escribir. Nadie había oído alguna vez del ‘libro de hojas del Creador’, y la última cosa que a ellos les preocuparía sería tener dos ejemplares de él en lugar de uno. Este cambio de una pasión creciente por la Palabra de Dios en los creyentes daos… no es nada más ni nada menos que un milagro”, comenta Scott.
Scott y Jennie están animados y gozosos por la obra fiel de Dios para hacer que Su Palabra llegue con poder y transformación a la gente dao. Los destellos que ellos ven de Su obra en curso en los creyentes daos, haciendo que éstos compartan el Evangelio con otros, son conmovedores.
“¡El Evangelio sigue avanzando!” informa Scott. “Dios está obrando y desarrollando Su plan a través de Su pueblo… Alábale porque, a partir de la semana pasada, la gente dao ya tiene disponibles sus primeros ejemplares del libro completo de Juan en su propia lengua”.
“¡Y algunos aun tienen dos!” añade él.
Una década de las vidas de Scott y Jennie Phillips ha sido dedicada a la misión de compartir la poderosa y transformadora Palabra de Dios con la gente dao.
¿Puedes pensar en una mejor manera de invertir diez años?