“Aún no sabemos qué nos deparará esta senda que hemos emprendido, pero yo sé que en esta mañana 2500 grupos étnicos se despertaron sin tener ninguna palabra de verdad a la cual acudir; ellos tienen que enfrentar su día sin la Luz. Ellos viven temerosos, desesperados, perdidos. Nosotros queremos invertir nuestras vidas para hacer una diferencia en sus mañanas. Si eso implica vender una casa, partir con las pertenencias, renunciar a las comodidades, y por momentos echar de menos a nuestros seres amados que dejaremos aquí… queremos hacerlo con mucho gusto. Reconociendo que es un sacrificio, pero… ¡Él lo merece!”.
Lo anterior fue extractado de la carta de noticias de Andy y Sara Royer. Ellos acaban de terminar el curso de orientación, vendieron su casa y se están preparando para mudar su familia a Brasil.
Ellos oyeron las buenas nuevas a una edad temprana, y conocieron a Jesús como su Salvador, Rey y Amigo. Pero ellos saben que hay grupos étnicos enteros en Brasil que no tienen esa opción porque nunca han oído.
No es nada fácil conseguir visas para Brasil, pero debido a que Andy nació allí, no fue difícil para su familia.
La escuela bíblica de allí necesita maestros que hablen bien el portugués, a fin de ayudar a equipar misioneros brasileños para que vivan y trabajen en sitios indígenas remotos.
Al ver cómo Dios ha organizado y dirigido sus vidas, están confiados de que ellos nacieron para suplir esta necesidad en este momento de la historia.
¿Para qué parte de la historia has nacido tú? “Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios” (2 Corintios 6:1).