Fue un día difícil.
“Siempre es difícil saber cómo reaccionar ante la muerte”, comparte la misionera Joy Elliott.
Especialmente, comenta Joy, cuando una ha visto a una niña morop de cuatro años de edad toda su vida. Joy presenció el nacimiento de Noprina; ella la vio crecer y jugar.
Pero en ese día, vio a Noprina con gran tristeza.
Esa mañana, la madre de Noprina había venido corriendo, cargando a su pequeña. “Noprina estaba bien ayer”, dijo llorando, “estuvimos cuidándola toda la noche y luego corrí hasta aquí”.
Sin poder hacer nada, Joy miraba a la pequeña niña que estaba en coma y tenía convulsiones. “Pronto la muerte alcanzó su pequeño cuerpo”, informa ella.
“Efectivamente ha sido un día difícil. …El sentimiento de querer llorar, queriendo ser sensible con la familia, y sin saber qué decir, qué dar, con quién hablar, cómo consolar. …Experimentar todos estos sentimientos… mientras lamentábamos la muerte de la pequeña Noprina.
“En un día como éste, la vida es estresante y muy difícil, pero somos llevados a recordar que no debemos dudar de las cosas que Dios nos ha mostrado en la luz cuando estemos en oscuridad”, añade ella.
Por favor, ora especialmente por Susana, la madre de Noprina, mientras llora la pérdida de su pequeña hija. Ora por la fortaleza, el gozo y el consuelo de Dios para ella y para los familiares y amigos. Ora por Jim y Joy Elliott, mientras sirven a Dios y viven con y aman a la gente morop.
Ora para que esta pérdida trágica sea usada por Dios para atraer a muchos a Cristo.