Jean y Sylvie quieren ser capacitados para un ministerio transcultural de plantación de iglesias.
Los años de crecimiento de Jean estuvieron caracterizados por confusión y tinieblas. Él nació en una familia que practicaba una mezcla desconcertante de cristianismo distorsionado y animismo tradicional.
La confusión resultante llevó, por un tiempo, a Jean a una búsqueda inútil de respuestas en la religión principal del mundo .
Aún luchando por encontrar la paz y el gozo que anhelaba, Jean volvió con desesperación a sus raíces y trató en vano de hallar descanso para su alma.
En 1984, Jean escuchó a un grupo de jóvenes hacer una simple y clara presentación del Evangelio. Finalmente entendió que era pecador, pero que Cristo había pagado por su pecado. Ese día, abrazó las buenas nuevas de su Señor y Salvador y desde entonces ha seguido a Cristo.
Después de ministrar como pastor durante muchos años sin el beneficio de una capacitación formal, Jean tuvo la oportunidad de tomar un programa de preparación bíblica de tres años. Después de completar este programa, Jean ha estado sirviendo fielmente como pastor y maestro y también ha estado impartiendo el discipulado a estudiantes universitarios.
Recientemente Dios ha puesto en los corazones de Jean y su esposa, Sylvie, una carga en una nueva dirección. Ellos se sienten llamados a ir a pueblos no alcanzados para llevarles el Evangelio que ha transformado sus vidas.
Jean comparte de corazón: “Durante varios años, mi esposa, Sylvie, y yo hemos sentido una carga por los pueblos no alcanzados. Las misiones presentan muchos retos, especialmente entre los grupos étnicos no alcanzados.
“Para nosotros es importante recibir más entrenamiento —especialmente de aquellos que tienen experiencia en este trabajo y pueden ayudarnos a entender mejor cómo servir en este ministerio tan cercano al corazón de Dios. Pensamos que NTM, a la luz de su historia y experiencia, puede brindarnos las destrezas que necesitaremos.
“A pesar de tener mucha experiencia trabajando con la iglesia, eso no me prepara para ministrar entre grupos étnicos no alcanzados. Estoy impresionado con la necesidad de ser capacitado antes de empezar a trabajar en este contexto. …Se requiere de la preparación que ofrece NTM”.
Hay pueblos perdidos que están esperando el mensaje del Evangelio que Jean y Sylvie anhelan compartir con ellos.