Los viajes en motocicleta ascendiendo la montaña son definitivamente parte de la aventura, según el misionero Michael Hutteman.
Michael y su esposa, Amy, son personas que desarrollan la iglesia y desean trabajar con líderes indígenas cristianos para que sus iglesias sean fortalecidas y para ayudar a las iglesias locales a asegurar que se transmitan sólidos fundamentos bíblicos a la siguiente generación y en las zonas adyacentes de evangelización.
“Algunas de estas tareas”, comenta Michael, “incluyen desarrollo del liderazgo, traducción del Antiguo Testamento, supervisión del programa de alfabetización, desarrollo social y educativo y relaciones con el gobierno”.
Pero en algunos días, el ministerio toma una forma diferente.
Michael comparte una experiencia que tuvo con un coobrero probando su nueva motocicleta mientras hacían un viaje para visitar a los creyentes que viven en lo alto de las montañas. “Dimos con lluvia unos diez minutos antes de empezar a internarnos. …Dos horas para un viaje de una hora, sin duda alguna estuvimos considerando devolvernos”.
Michael dice que en una vuelta, dieron con una inundación que venía bajando por el sendero. “Con una mezcla de empujones, tirones, y a veces montando y a veces flotando, podíamos maniobrar la motocicleta hasta un terreno plano; luego repetíamos la acción”.
Michael se sintió un experto después de haber logrado ascender y descender la montaña “con sólo unas heridas menores y unas pocas piezas de menos”.
Este es el ambiente montañoso donde Dios ha puesto a Michael y Amy y su familia para que le sirvan. Es un ministerio de reconstrucción, restauración y fortificación, tanto en la vida cotidiana práctica como en la esfera espiritual.
Los Hutteman están trabajando duro en una vieja cabaña de madera de treinta y cinco años que será el hogar de su familia.
En años pasados, estas estructuras de tablones sirvieron como casas, aulas e instalaciones médicas para los misioneros pioneros. “Es asombroso que estas casas todavía permanezcan en pie”, comenta Michael. “Pero aún más impresionantes son las memorias profundas y perdurables de los años pasados que los amigos indígenas guardan en estas casas”.
“Un anciano líder de la iglesia se sentó en el área polvorienta y sucia de la cocina de una las casas, sin poder contener las lágrimas al recordar y relatar cómo este viaje de las tinieblas a la luz había comenzado en ese mismo sitio treinta años atrás”, prosigue Michael. “Nos llena de humildad considerar que hemos heredado no sólo estructuras fuertes que una vez fueron habitadas por misioneros, sino legados aún más duraderos de amor sacrificial y espíritu de servicio de aquellos primeros misioneros y sus ministerios aquí”.
Algunos días, el ministerio de Michael y Amy toma la forma de barrer, mover trastos viejos, descubrir nidos de ratas y destruir cosas que están carcomidas y mohosas. Ellos descubren a diario muchas cosas que necesitan reparación y restauración en la vieja edificación de tablones.
Pero a medida que trabajan, Dios está animando sus corazones. “Estamos viendo que el lugar está cobrando nueva vida. …Ayer precisamente resucitamos la radio, la cual todos habían dado por muerta hacía mucho tiempo”, comenta Michael.
Y con algunas luces funcionando con corriente continua, comenta él que su familia casi puede imaginar ahora cómo se pudo haber visto una vez su pequeña casa campestre, y cómo se verá nuevamente cuando terminen de limpiarla y restaurarla.
Michael y Amy continúan muy animados por la energía y la dedicación de los pocos líderes tribales que, durante muchos años, han pastoreado muchas congregaciones pequeñas en sitios montañosos apartados y muy abruptos, y cuyos integrantes se hallan extremadamente esparcidos. Ellos anhelan ayudar a estos hombres a sobrellevar la carga del liderazgo y a animar a cada iglesia a desarrollar más el liderazgo local.
“Nos sentimos desafiados a confiar en Dios para llevar a esta iglesia tribal a su siguiente etapa de crecimiento”, comparte Michael. “Nuestro equipo se siente abrumado a veces con sólo hablar de lo que debería y podría ser hecho para ayudar a servir a estos líderes, y nosotros apenas estamos empezando”.
Oren por la familia Hutteman y sus coobreros. Oren para que Dios los use poderosamente para edificar Su iglesia mientras ellos confían en Su gracia para llevar a cabo este gran proyecto de restauración y reconstrucción para Su gloria.