Pasar un día haciendo actividades lúdicas sonaba como una gran oportunidad para conocer a más personas. Y conocer a la gente es una gran parte del estudio de la cultura y el idioma.
Por consiguiente, la misionera Angie Kaeselau informa que cuando una chica soltera de su iglesia la invitó a participar en un día de deportes para adultos jóvenes en otra iglesia, ella decidió asistir, a pesar de que ella se denomina a sí misma como “genéticamente descoordinada”.
Cuando llegó, Angie dice que no vio en ninguna parte a la chica que la había invitado, pero de todos modos ella participó en las actividades. Éstas incluían partidos de fútbol, voleibol, baloncesto y algunos juegos de mesa.
“Resultó muy interesante tratar de hablar con la gente”, informa Angie, “ellos fueron muy pacientes conmigo”. Amablemente, Angie trató de participar en algunos juegos que otras chicas estaban jugando, pero finalmente fue invitada a una mesa donde estaban jugando Scrabble.
“Eso fue ciertamente una prueba”, comparte Angie. “Los demás terminaron dejándome deletrear en inglés; los otros participantes sabían algo de inglés”.
Más tarde, Angie localizó a la amiga que la había invitado, quien la urgió a participar en más juegos con un grupo de chicas. Ella incluso aprendió a bailar con ellos un poco; “eso ciertamente me sacó de mi zona de comodidad. Afortunadamente, mis capacidades poco atléticas no fueron probadas en demasía y pude divertirme con los jóvenes que estaban allí y pude comenzar a desarrollar algunas amistades”.
El estudio de la cultura y el idioma tiene muchas facetas y resulta de muchos tipos de interacciones. Oren por Angie mientras fomenta amistades y asimila la cultura local de Senegal, y también mientras trabaja duro en sus estudios del idioma. Oren para que Dios le dé atrevimiento para relacionarse con nuevas personas y para practicar un nuevo idioma para Su gloria.