Los misioneros Joel y Andi McMartin están experimentando por primera vez la vida rural de África Occidental, después de pasar seis meses aprendiendo francés en la ciudad capital de Senegal.
Ahora ellos están viviendo cerca de una familia que se ha convertido en su guía, consejera y patrocinadora. Los McMartin asisten a una pequeña iglesia con su familia anfitriona. Esperan desarrollar una asociación con la iglesia y esperan que ésta les envíe a su futuro ministerio.
“Nuestras metas del momento son continuar estudiando francés y sumergirnos en la cultura africana con nuestra familia anfitriona. Nosotros vivimos muy cerca de nuestra familia anfitriona y tratamos de maximizar el tiempo que pasamos con ellos”, informa Andi.
Aunque Joel y Andi desean alcanzar un grupo étnico de África Occidental que no tenga acceso al Evangelio, en el presente están concentrados en aprender la cultura de su iglesia y de su familia anfitriona y están dispuestos a ir a dondequiera que el Señor les dirija.
Andi dedica gran parte de su tiempo a atender a sus dos hijos pequeños y Joel está ocupado instalando su hogar en una región nueva y extraña.
Ellos también han hecho arreglos para que un hablante nativo del senegalés venga y les ayude a aprender el idioma. También están cambiando a su ayudante de idioma de la capital por uno de la pequeña ciudad rural donde viven ahora.
Joel y Andi están aprendiendo a ajustarse al ritmo más lento de la cultura rural de África Occidental. Cuando alguien viene a visitar se puede quedar por un largo tiempo. Es mejor disfrutar de la visita y no pensar en todas las cosas que deben ser hechas. Ellos también se están sintiendo como en una “pecera”, un sentimiento muy común para nuevos misioneros en una nueva región. Todos quieren saber cómo vive esta nueva pareja y qué hacen en cada momento del día.
Oren por los McMartin mientras establecen lazos con la familia anfitriona que ha acordado apadrinarlos. Oren también por sus relaciones con los hermanos de la pequeña iglesia a la que ellos asisten.