Fue un día emocionante para Al y Carol James. Ellos fueron los “padrinos” de una boda filipina.
El joven novio, José, había sido guardia de seguridad en unas unidades residenciales donde Al y Carol habían vivido recientemente por unos meses. Él se convirtió en su amigo y les concedió el honor de ser padrinos o ninong y ninang (padrino y madrina) en su boda.
Al comparte que fue una gran oportunidad para participar con sus amigos filipinos y para absorber más de la cultura donde ellos viven y ministran.
En la mañana de la boda, Al y Carol recogieron al novio y a varias personas del cortejo y los llevaron a la casa donde se había preparado el desayuno pre-nupcial. Al informa: “Ellos nos atiborraron con deliciosos platos filipinos; arroz, dinuguan (sopa de sangre de cerdo), hígados de pollo y otros manjares variados.
Luego se llevó a cabo la boda, la cual fue una ceremonia civil con un juez. La boda se realizó en el palacio municipal, en una sala de audiencias que había sido arreglada especialmente para la ceremonia. En las Filipinas se acostumbran las bodas civiles; Al explica: “Las bodas por la iglesia son muy costosas aquí, pero los matrimonios civiles son considerablemente menos costosos”.
Después de la ceremonia, el cortejo nupcial y los invitados regresaron a la casa de la familia de la novia para tener otra agradable recepción, con mucha más comida. Al informa: “Pasamos un día totalmente sumergidos en la cultura y el idioma de las Filipinas, lo cual fue muy placentero para nosotros”.
Ser un ninong significa para Al que él continuará asumiendo un grado de responsabilidad por la instrucción y el bienestar constantes de José. Él y Carol ven este honor como una gran oportunidad para compartir el Evangelio, al igual que la verdad y la sabiduría de la Palabra de Dios con esta joven pareja.
Por favor, oren por la obra continua de Dios en José y su joven esposa. Oren para que el amor de Dios emane de las vidas de Al y Carol, y que el Evangelio, el cual compele su ministerio, y el amor por sus amigos filipinos cautive sus corazones con la verdad y atraiga a esta joven pareja a Cristo.
Aunque ésta es una historia verdadera, los nombres han sido cambiados por la seguridad de los misioneros y las personas entre quienes ellos ministran.