Janel Nale ha sido recientemente adoptada por una familia de una aldea vecina.
Janel enseña a los hijos de los misioneros que viven con la gente landuma. Ella comparte acerca de su reciente experiencia visitando una aldea cercana donde una familia la conoció y debido a que su nombre africano era similar al de ellos, inmediatamente le dijeron que la habían adoptado. “¡Ahora yo tengo una madre, un hermano mayor, y una multitud de otros parientes landumas!”.
Janel no está segura de todo lo que significa esta “adopción”, pero pide: “Por favor, oren para que yo tenga sabiduría para relacionarme… es un poco difícil para mí porque no me puedo comunicar muy bien con ellos”.
En la medida en que su horario lo permita, a Janel le gustaría aprender más del idioma landuma.
“Mi enfoque principal aún es la enseñanza”, explica ella, “pero he estado tratando de pasar más tiempo en las tardes y en las noches aprendiendo nuevas palabras en landuma”. Para evitar olvidar estas nuevas palabras, Janel carga un cuaderno pequeño y escribe todo allí.
Janel agrega que otra manera especial de conseguir nuevas palabras es cuando dibuja con los niños landumas en su portal. Ella y los niños toman turnos haciendo dibujos y luego ellos le dicen la palabra landuma para cada dibujo. “El único inconveniente”, informa Janel, “es que estamos limitados a lo que podamos dibujar, y ninguno de nosotros es artista profesional”.
Oremos por Janel mientras enseña fielmente a los hijos de los misioneros. Oremos también para que a medida que ella se relaciona con su familia landuma recién “adoptada” y aprende más de su cultura y de su idioma, en el proceso, alegremente refleje el amor de Jesús.