Kevin Case está viendo que traducir la Biblia es difícil porque él brega para hallar suficientes tepehuanes del norte que puedan apartar tiempo para trabajar en la traducción con él.
El mes pasado, durante un viaje a un pueblo de los tepehuanes del norte, Kevin tenía planeado trabajar con Marcelo, pero éste no pudo hacerlo. “Kevin buscó la ayuda de otros hombres pero ninguno más pudo dedicar el tiempo necesario”, informó Wendy, la esposa de Kevin.
La ayuda de hablantes nativos del tepehuán es vital para producir una traducción de la Palabra de Dios que sea clara y de calidad. Y los traductores bíblicos necesitan que muchas personas les ayuden, informó Wendy.
El proceso comienza cuando Kevin hace un borrador de la traducción. No es que el traductor bíblico esté tratando de crear un simple borrador. Aun en ese punto, está tratando de crear la mejor traducción que él pueda. Wendy explica que es “el mejor intento de poner el texto en el idioma tepehuán”.
Kevin está haciendo el borrador de Hebreos. Él ya hizo el borrador de Filemón y está listo para el siguiente paso, el cual se denomina como “transferencia”. Es cuando un traductor de la Biblia trabaja en el pasaje con un hablante nativo con el objeto de hacer la fraseología más natural.
Kevin está a punto de terminar ese proceso con la traducción de Colosenses, y luego estará listo –si logra hallar tepehuanes del norte que tengan tiempo– para grabar. Los traductores de la Biblia graban a medida que leen el libro, sección por sección, y luego un hablante nativo dice el pasaje en su idioma.
“Esto se hace para adquirir un flujo natural del idioma”, comentó Wendy.
Luego sigue el chequeo de comprensión. En tres sesiones diferentes, en cada una de ellas con un tepehuán diferente, Kevin revisa la traducción para ver si comunica claramente; Kevin ha terminado dos de estas sesiones para Filipenses.
Él ya terminó de revertir al inglés la traducción del evangelio de Lucas, el siguiente paso en el proceso de traducción. Observando los versículos del idioma tepehuán del norte revertidos al inglés, un misionero con experiencia y formación en traducción de la Biblia puede determinar si la traducción transmite toda la información importante contenida en el texto original, y si algún pasaje necesita clarificación.
Después que el traductor bíblico ha tratado todos estos asuntos, un traductor experimentado hace una revisión final y el libro queda listo para ser formateado e impreso.
“Como ustedes pueden ver”, informó Wendy, “todo está basado en hablantes del tepehuán, y cada etapa debe hacerse con un hablante diferente del tepehuán”.
“Necesitamos más hablantes del tepehuán (preferiblemente creyentes) que puedan ayudar en forma regular para poder seguir adelante”, agregó Wendy. Sería particularmente beneficioso si Kevin pudiera hallar más tepehuanes del norte en Chihuahua, donde viven Kevin y Wendy.
“Oren para que Dios lleve a los creyentes tepehuanes a comprender cómo pueden participar en ver la Palabra de Dios en su propio idioma, y para que les dé el deseo de participar personalmente”, pidió Wendy.