Becky Preheim alcanzó recientemente una meta inmensa en la traducción.
Durante años, los traductores que trabajan traduciendo las Escrituras al idioma mengen habían luchado por conseguir una palabra que comunicara el significado de “esclavo” o “esclavitud”. Al parecer no había nada en la cultura o el idioma mengen que remotamente comunicara esta idea.
Los traductores se habían conformado con una palabra que significa “un hombre que trabaja por nada”. Ellos no estaban satisfechos con esta frase y continuaban atentos a palabras que transmitieran más claramente la carga y la servidumbre de la esclavitud.
Hace varias semanas, Becky estaba hablando con su ayudante de traducción, Kariang, y decidió retomar el concepto de esclavitud. Kariang propuso una frase que emocionó a Becky. Esta frase comunica la idea de estar atado y confinado. Comúnmente esta frase hace referencia a algo que sólo les sucede a los cerdos.
Aunque el uso de esta frase para referirse a una persona no es natural en el idioma mengen, Becky decidió ensayarla. Ella descubrió, mientras la usaba en conversaciones con la gente mengen, que comunicaba eficazmente la idea de alguien que está atado y en una especie de prisión.
Varios días después, Edward, uno de los maestros bíblicos, se aferró a la frase para compartir que una persona está “atada” a un amo que puede ser Satanás o Cristo. Becky informa: “Él habló acerca de que nosotros somos seres completamente desvalidos y no podemos hacer nada para salvarnos a nosotros mismos, como un cerdo atado y completamente bajo el dominio de la persona que lo lleva”.
Becky escuchó enseñar a Edward con lágrimas en sus ojos. Ella siente mucho gozo al ver que la Palabra de Dios cobra vida para la gente mengen, a medida que verdades profundas se hacen claras para ellos. Becky alaba a Dios por este gran avance en la traducción.
Alabemos a Dios por Su intervención y Su ayuda en el trabajo de traducción en el idioma mengen. Oremos para que Su Espíritu continúe abriendo el corazón de los mengens a la verdad y el poder de Su Palabra.