Gabriel escuchaba fascinado mientras el misionero Andrew Wilson leía las dos últimas lecciones bíblicas de Fundamentos Firmes, a fin de poder chequearlas en cuanto a precisión y para estar seguros de que la gente wahgi del norte pueda entender claramente el mensaje.
Cuando Andrew terminó la lectura, Gabriel permaneció sentado en silencio y pensando en cómo el cielo se oscureció cuando Jesús murió porque todo el pecado del mundo había sido puesto sobre Él. Gabriel expresó claramente que él sabía que su pecado también había sido puesto sobre Jesús. Él dijo que entendía que todas sus buenas obras no podían salvarlo, sino que sólo Jesús pagó por sus pecados.
Unas horas más tarde de ese mismo día, Gabriel regresó y le dijo a Andrew: “Si pudiera, abriría mis entrañas para que tú pudieras ver cuán feliz estoy”. Él estaba feliz porque Jesús había tomado su lugar, así como el carnero había tomado el lugar de Isaac sobre el altar.
El resto de los waghis del norte está oyendo las lecciones que están siendo enseñadas y la emoción está creciendo a medida que se acercan al final de la historia.
“Después de la lección del viernes, tres hombres más jóvenes se reunieron para hablar más acerca de lo que están oyendo. Uno de ellos, un viudo reciente que perdió a su esposa durante la primera semana de la enseñanza bíblica, dijo: ‘Nunca había escuchado una enseñanza como esta. Es tan fuerte que siento que me corta profundamente’. Andrew compartió con él que esto era cierto porque es el Hablar de Dios, y como tal, tiene el poder de dar vida. Los tres hombres asintieron con sus cabezas ya que, al parecer, están comenzando a ver la importancia de lo que están oyendo, y Dios quiera que también estén comenzando a entender”, informó el misionero Mike Mikolavich.
La gente wahgi del norte tiene una cantidad de creencias culturales que se interpone en el camino para que acepten el don gratuito del Salvador. La próxima semana será presentada la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesús, y la gente tendrá que hacer frente a una decisión crítica y transformadora. Oremos para que ellos, como Gabriel, entiendan lo que Jesús ha hecho por ellos y acepten el regalo gratuito de la salvación.