Los creyentes de la etnia mwinika están buscando personas con quienes puedan hablar de Jesús.
El escenario se preparó hace veinticinco años. En los últimos años de la década de los 80’s surgió un conflicto que involucró a la mayoría de los países meridionales de África. Muchos mwinikas escaparon de la guerra y se establecieron en una región. Estalló una disputa entre los líderes de su religión predominante. Muchos líderes se reunieron para tratar el asunto. Su conclusión: “El problema de nuestra religión es que nosotros no entendemos la Palabra de Dios. Necesitamos tenerla en nuestro propio idioma”. Los líderes oraron y le pidieron a Dios que les diera Su Palabra en el idioma de ellos.
La reunión tuvo gran relieve en el momento, pero el tiempo pasó y la mayoría olvidó el conflicto y la oración resultante. Pero Dios no olvida.
Cuando uno de los creyentes mencionó esa reunión de mucho tiempo atrás, todos los presentes respondieron inmediatamente que ellos también recordaban ese tiempo y que reconocían que Dios había respondido la oración. Los creyentes decidieron que este era un gran momento para rogar a sus compañeros mwinikas que vinieran a escuchar la enseñanza.
“Para mí”, informó el misionero Phil Henderson, “fue alentador saber que Dios ha estado obrando en este grupo étnico durante un largo tiempo, preparando el terreno para la siembra de la semilla –esa reunión se llevó a cabo aproximadamente en el tiempo en que yo estaba terminando la escuela primaria.
“Por favor, oren por la gente mwinika y por estos creyentes que están buscando oportunidades para compartir su fe con otros. Oren para que el Señor use el recuerdo de esa reunión largamente olvidada para estimular el interés de muchas personas por estudiar la Palabra de Dios”.