La misionera Katie Moore se está acomodando en su hogar entre la gente de la etnia nahuatl. Inmediatamente después de su llegada, un grupo voluntario de trabajo de Estados Unidos vino a ayudar.
“Cuando llegaron, las cosas empezaron verdaderamente a moverse. Cernimos y movimos con pala la gravilla, echamos pisos de cemento, hicimos paredes, levantamos una cerca, soldamos rejas para las ventanas y excavamos un pozo para un sistema de desechos sépticos”, informó Katie. “Tomamos un respiro y luego… construimos un retrete, cargamos agua, revestimos de azulejos una ducha, hicimos unas puertas y cargamos cemento”.
Katie y sus compañeros de equipo usaron la cooperación y el compañerismo mostrado por el grupo de trabajo para enseñar a los nahuatls cómo los miembros de la familia de Dios suplen sus necesidades unos a otros, algo que no es parte de la cultura nahautl.
“Constantemente estamos buscando oportunidades para trabajar en nuestras destrezas con el idioma, informó Katie. “La frase ‘niÊ” neme moneštile mehikán’ significa ‘enséñeme nahuatl’”.
“Por favor, oren para que nuestras mentes sean perspicaces y nuestra voluntad firme para estudiar hasta que podamos comunicar claramente el Evangelio en el idioma de la gente”.