Limbar y su esposa Suwina han estado sirviendo al Señor durante siete años entre la gente de la etnia sekadau. Su coobrera, Naomi Christenson, quiere presentarlos para que ustedes puedan orar por ellos más eficazmente.
Esta pareja es de la tribu gerai, a unas cinco horas de la aldea sekadau donde actualmente sirven. Ellos han asumido el reto de aprender la cultura y el idioma de otro grupo étnico.
Limbar creció en una familia no creyente. Su padre y su abuelo practicaban la hechicería, y él se interesó en esto. Él era un adolescente rebelde, tenía malas compañías, robaba juguetes de los hijos de los misioneros y, en general, era una calamidad. Una de las familias misioneras que ministran a los gerais, Paul y Bella Gervasi, vivía enseguida de la casa de su familia. Limbar podía escuchar la enseñanza de Paul y, poco a poco, se interesó y con el tiempo asistió a las reuniones de sus vecinos. La Palabra de Dios impactó su corazón y él puso su confianza en la obra expiatoria de Cristo.
A medida que su vida cambiaba, y a medida que escuchaba más enseñanza de la Palabra de Dios, se sintió llamado a servir al Señor con su vida.
Suwina tuvo la fortuna de crecer en una familia que honraba a Dios. Su padre, quien anteriormente había practicado la hechicería, fue la primera persona gerai que puso su fe en Cristo. Suwina creció escuchando la enseñanza de la Palabra de Dios y creyó a una edad temprana.
Limbar y Suwina se unieron y ambos sentían el deseo de participar en la obra de hablar a otros de Cristo. Cuando Paul y Bella sintieron que Dios los estaba guiando a dejar la obra con los gerais y a mudarse donde los sekadaus, Limbar y Suwina decidieron unirse a ellos. Limbar y los Gervasi son vecinos una vez más.
Oremos por el equipo que está ministrando a los sekadaus. Oremos especialmente por Limbar y Suwina y sus tres hijos mientras sirven sacrificialmente a los sekadaus.