El piloto misionero Brian Pruett y su esposa, Bailey, están experimentando lo que ellos describen como un ‘agotamiento de combustible’.
“Sentimos que cada día o cada medio día que tenemos sin vuelos y sin atención del radio, es una oportunidad para echar más combustible en nuestros ‘tanques’, para poder soportar el siguiente tramo”, informaron ellos.
A sólo unas semanas de completar su primer periodo de servicio de tres años y medio en el campo, los Pruett están enfrentando el desafío de terminar los asuntos pendientes de su ministerio y rápidamente prepararse para regresar a Estados Unidos para tomar un tiempo programado de asignación al hogar de nueve meses.
“Estamos en un ministerio”, informaron ellos, “en el cual no hay lugar para el cansancio ni los errores”.
Con muchos vuelos pendientes todavía y muchas decisiones por tomar en el programa de vuelos, Brian tendrá apenas una semana para ayudar a Bailey y a sus dos hijos pequeños a alistarse para salir hacia Estados Unidos.
“Es en estos tiempos que Satanás está presto a desanimarnos y derribarnos. Hemos propuesto en nuestras mentes y corazones terminar bien, pero, ahora más que nunca, necesitamos de sus oraciones”.