La revisión de la traducción del libro de Efesios en el idioma dinangat se convirtió en una experiencia de aprendizaje para siete misioneros.
Siete misioneros que trabajan en diferentes idiomas tribales se reunieron con Jill Goring, Ralf Schlegel y sus cuatro coobreros de traducción dinangats para revisar el libro de Efesios. Mientras ellos ayudan a Ralf con su traducción, aprenden lecciones valiosas para sus propias traducciones.
Cada mañana, Lukas, uno de los mejores lectores dinangats, lee un párrafo de Efesios en el idioma dinagat. Luego Jaspa y Basa le dicen a Ralf lo que ellos escucharon. Simultáneamente, Ralf trata de traducir al inglés para el beneficio de las demás personas que están allí. Jill, un misionero experimentado en traducción, y los otros siete misioneros escuchan para ver si Jaspa y Basa entendieron correctamente.
Si se detecta un problema de comunicación, los misioneros investigan para saber la causa, y luego Ralf toma notas para más tarde poder hacer cambios para clarificar ese pasaje.
Es una labor muy minuciosa y de mucha concentración, y la meta es producir una traducción clara para que el lector tribal pueda entender la Palabra de Dios
“Por favor, oren por Ralf, ya que este tiempo es abrumador y muy agotador”, informó Elli Schlegel. “Oren también por Jill Goring, quien dirige el taller, y por los siete traductores, pues cada uno de ellos tiene su propia traducción en qué trabajar”.
Siete misioneros que trabajan en diferentes idiomas tribales se reunieron con Jill Goring, Ralf Schlegel y sus cuatro coobreros de traducción dinangats para revisar el libro de Efesios. Mientras ellos ayudan a Ralf con su traducción, aprenden lecciones valiosas para sus propias traducciones.
Cada mañana, Lukas, uno de los mejores lectores dinangats, lee un párrafo de Efesios en el idioma dinagat. Luego Jaspa y Basa le dicen a Ralf lo que ellos escucharon. Simultáneamente, Ralf trata de traducir al inglés para el beneficio de las demás personas que están allí. Jill, un misionero experimentado en traducción, y los otros siete misioneros escuchan para ver si Jaspa y Basa entendieron correctamente.
Si se detecta un problema de comunicación, los misioneros investigan para saber la causa, y luego Ralf toma notas para más tarde poder hacer cambios para clarificar ese pasaje.
Es una labor muy minuciosa y de mucha concentración, y la meta es producir una traducción clara para que el lector tribal pueda entender la Palabra de Dios
“Por favor, oren por Ralf, ya que este tiempo es abrumador y muy agotador”, informó Elli Schlegel. “Oren también por Jill Goring, quien dirige el taller, y por los siete traductores, pues cada uno de ellos tiene su propia traducción en qué trabajar”.