Las tinieblas de una pequeña aldea de los prai son tan agobiantes que las familias se han mudado para escapar de ellas.
Dave y Fran Jordan presenciaron las sombras cuando algunos de los prais que viven cerca de ellos se casaron con personas de la aldea.
“Esta aldea está a dos horas en carro [desde donde ellos viven] y luego una ardua caminata de una hora y media ascendiendo la montaña”, informaron Dave y Fran. “Nos enteramos de las fuertes prácticas espiritistas que había allí y de un hechicero que lanzaba maldiciones sobre las personas”.
Dentro de esta atmósfera pesada, quizás por causa de ella, algunos pocos aldeanos quedaban intrigados cuando escuchaban las historias de los prais que habían creído en Cristo. Y querían oír más.
“Durante los dos años pasados, se hicieron más viajes de evangelización y en los últimos meses ha habido una respuesta a la Palabra de Dios”, informaron Dave y Fran. “Dos familias y una pareja joven han confiado en Cristo. Hay otras personas interesadas que están escuchando la enseñanza”.
Pero las tinieblas no se desvanecen tan fácilmente.
“El jefe de los hechiceros ha esparcido rumores para amedrentar a la gente, y lanzó una maldición sobre la madre de la primera mujer que ha creído. Ella tuvo un dolor terrible y no podía comer”, informó la pareja.
Lentamente el dolor disminuyó, y sus maldiciones no han tenido efecto en los nuevos creyentes. Pero el hechicero no se da por vencido. “Ha hecho amenazas veladas de ver si los cristianos pueden resistir el envenenamiento”, informaron los Jordan.
Debido a la distancia y las dificultades, y otras responsabilidades, a menudo pasan varias semanas entre una sesión de enseñanza bíblica y otra. A Lian y Mali, misioneros del grupo étnico lawa de Tailandia, y quienes han ministrado entre los prais en el pasado, les gustaría volver a unirse al equipo, y han pedido a las iglesias lawas que les envíen a Boot Creek.
“Oren para que Dios guíe y dirija esto y vaya delante de nosotros en cada paso, si ésa es Su voluntad”, pidieron Dave y Fran. “Por favor, oren para que la fe de estos nuevos creyentes permanezca firme…. Oren para que la Palabra de Dios se arraigue en los corazones y mentes de la gente [de la aldea], para que puedan ser libres de las tinieblas en que viven y conozcan a quien es la Luz del Mundo”.
“A ellos les anima saber que hay otros cristianos que están orando por ellos”, comentaron los Jordan.