Los misioneros Will y Kelly Tallman se llenaron de gozo al regresar de un año sabático y hallar que la iglesia de la etnia kumán de Papúa Nueva Guinea estaba creciendo.
Durante la ausencia de los Tallman, la iglesia continuó evangelizando a otros y creció en número. Tres hombres están tomando turnos para enseñar y dirigir fielmente a la congregación.
Pero las elecciones recientes causaron un tropiezo a la iglesia. Los candidatos políticos dieron regalos a cambio de votos. Camino a las urnas, uno podía recibir ofrecimientos de una caja de cerveza o de una cafetera, o incluso de grandes sumas de dinero a cambio de prometerle el voto a un candidato particular.
Los sobornos propiciaron las borracheras y el pecado de muchos. Dos hombres fueron matados a consecuencia de las disputas por los sobornos. La carretera a la aldea ha sido bloqueada para que los hombres no puedan salir a comprar comida u otros productos.
Algunos creyentes débiles y autocomplacientes han sucumbido ante la tentación de dinero o regalos. Muchos han caído en pecado y han abandonado la iglesia.
No obstante, hay un remanente fiel que continúa reuniéndose, y aunque están desanimados por la pérdida de miembros, están encantados por el regreso de Will y van a comenzar a discipular, quizá persuadiendo a algunos de los que se han apartado para que regresen al redil.
Oremos por la iglesia kumán para que crezca espiritual y numéricamente. Oremos por Will y Kelly mientras ministran a la gente kumán y discipulan a los creyentes.