Mientras los creyentes de la etnia dao del Pacífico Asiático escuchaban la enseñanza bíblica de Efesios 6 sobre el funcionamiento de una familia piadosa, compararon el amor de Jesús con el amor y el cuidado recibidos de sus madres.
En la cultura de los daos un padre o un tío paterno puede ser llamado “madre” si existe un vínculo fuerte en esa relación. De modo que el término “madre” al parecer significa “alguien que cuida”.
En Efesios 6 la Palabra hace referencia a la relación entre padres e hijos y los daos contribuyeron a la lección mientras los maestros la enseñaban.
La historia de Daapoi acerca de su madre es particularmente conmovedora: “Oh madre, tú cuidaste de mí desde que era un bebé. Cuando sentía frío, siempre me sostenías cerca de tu cuerpo y hacías un fuego para calentarme. Cuando llovía, siempre me cubrías con tu capa de hojas. Cuando sentía hambre, siempre asabas batatas en el fuego y me alimentabas. Incluso cuando actué contra ti e hice cosas que me dijiste que no hiciera, nunca me dejaste de amar, cuidar y abrigar”.
“¿Pero no es eso exactamente lo que Jesús hace por nosotros?” continuó Daapoi, mientras toda la audiencia escuchaba embelesada. Él procedió a explicar que Jesús no sólo nos alimenta y nos cuida, Él derramó Su sangre para que pudiéramos ser salvos.
“Jesús es la Madre más grande de todas”, dijo Daapoi. “En realidad, aunque mi madre terrenal está muerta, les digo que no estoy sin madre porque tengo a Jesús”.
Alaben a Dios con nosotros porque Él está enseñando a los creyentes daos, al igual que a nosotros los misioneros, cosas profundas acerca de su relación con Él. Oren también por los misioneros mientras continúan la enseñanza bíblica y la traducción de las Escrituras al idioma dao.