17 de noviembre
Parece que estoy muy atrasado en mi blog. No puedo escribir lo suficientemente rápido para mantenerme al día con los muchos acontecimientos de la vida en PNG.
He terminado mi capacitación como recepcionista de la clínica médica, y ahora estoy preparada para trabajar por mi cuenta. Les hago muchas preguntas a las enfermeras y a los médicos, pero ellos son muy amables para responder y ayudarme a entender las decisiones que tenemos que tomar. Ellos y las muchas cosas que afrontan aquí constantemente me asombran. En realidad no me ocupo con las cosas médicas, pero aprendo bastante con solo estar allí. Me encanta poder ver a los misioneros tribales de quienes solo conocía sus nombres, y ver personalmente a la gente a la que vinimos a servir. En cierto modo, se siente como estar en la línea del frente de las misiones de apoyo.
¡Las hermosas jóvenes de mi cabaña! ¡Fui muy bendecida por ellas y tengo muchos deseos de seguir experimentando la vida con ellas!
En este fin de semana tuve la oportunidad de servir como consejera en una semana de énfasis espiritual de cuatro días con los alumnos de secundaria, dirigida por un grupo de Hume Lake. Tuve ocho chicas en mi cabaña, y fue divertido y sorprendente verlas crecer en esos cuatro días. Hubo lágrimas y risas, y altibajos acentuados; es muy similar al campamento RYM del Estado de la Florida donde solía ser consejera, y al igual que sucedía todos los años en ese entonces, creo que aprendí y crecí tanto como ellas. Algo de esto ya lo esperaba, como caer en la cuenta (¡otra vez!) de que soy escogida, amada, liberada y digna de Él; pero hubo otras cosas que no esperaba aprender, como: es de conocimiento común que todas las chicas misioneras usan bandas para la cabeza en la noche para que las cucarachas no caminen en sus orejas mientras duermen.
Creo que la llegada al campo misionero produce hambre –esa hambre que se siente cuando estás acostumbrada a cierta dieta espiritual– con este tipo de enseñanza, adoración y comunidad– y luego cambia; hay nuevos maestros, nuevos estilos de adoración, nuevas personas, y una nueva comunidad; no son malos, simplemente diferentes y desconocidos. Y por un tiempo sufres hambre espiritual, el tipo de hambre del alma que una no advierte enseguida. La asistencia al campamento con las chicas durante el fin de semana pasado me hizo ver cuán insuficientemente he estado alimentándome espiritualmente desde que llegamos.
Mañana la autoridad de la Aeronáutica Civil comenzará su auditoría de tres días de nuestro programa de vuelos. Si todo sale bien, ¡se nos permitirá poner en servicio nuestro Kodiak!
Pero la gran noticia para esta semana es que ¡el Kodiak está casi listo para empezar a volar! Ya hace dos semanas que tuvimos a Ace del centro de capacitación de NTMA en Arizona, quien vino a PNG para ayudar al equipo aquí a prepararse para la inspección del Kodiak; y con su ayuda, ¡los hombres terminaron en solo dos días! En este semana, los representantes de la aviación vendrán a nuestro hangar y harán su auditoría/inspección, ¡y luego el avión podrá realmente comenzar a hacer el trabajo que vino a hacer aquí! Este es un momento emocionante (y estresante) en el hangar al crecer como programa y añadir un nuevo avión, pero saber que el resultado final es servir a la gente y a los misioneros de Papúa Nueva Guinea hace que valga la pena. ¡Por favor, ora por los chicos del hangar mientras hacen los preparativos para que vengan las autoridades aeronáuticas y realicen la inspección y la auditoría y luego les den, esperamos, la autorización para comenzar a volar el Kodiak!
La otra buena noticia para aquellos de ustedes que han estado orando fielmente por lluvia: hemos estado recibiendo lluvia casi todos los días de este mes; todavía no es suficiente para disipar la sequía, pero cada gota sigue siendo una gran bendición, ¡haciendo que todo crezca! ¡En mi huerto han brotado toda clase de malezas en pocos días! ¡Gracias por orar!