18 de agosto
Sentarme en el vestíbulo posterior con Awayo fue uno de los días más alentadores de mi vida. Awayo es un creyente franco cuya vida ha sido drásticamente cambiada por la Palabra de Dios. Él parece como cualquier otro aldeano usando solamente una simple calabaza, una bolsa tejida y un par de collares de cuentas. No había nada en él que lo hiciera ver muy fuera de lo común, hasta que comenzó a hablar.
¡Todo lo que decía era alabando a Dios o dando gracias al Padre por lo que ha hecho! En un punto Awayo dijo: “Para nosotros los cristianos, nuestra mayor arma es esta [señalando la Biblia], pero para aquellos que no conocen al Señor, su mayor arma es esa [señalando un arco y unas flechas]”. Él continuó diciendo que ya no necesita su arco y sus flechas para protección, solamente la Palabra de Dios.
Esas frases sencillas adquieren una mayor dimensión una vez que uno sabe que antes que la Palabra cambiara la vida de Awayo, él era un asesino que vivía bajo un miedo feroz de los espíritus que lo controlaban. Sentada allí escuchando el testimonio de Awayo, y más tarde el testimonio de su esposa, quedé asombrada ante el poder transformador de la Palabra de Dios y ante Su amor y Su deseo de que TODOS conozcan Su gracia salvadora.
¡Testimonio tras testimonio que oía, estaba lleno de agradecimiento a Dios y de la esperanza que ahora tienen de una vida junto a Dios en el cielo! Solamente escuché una vez la mención, como un pensamiento adicional, de que Dios había usado a los misioneros para llevarles la Palabra. ¡Ellos confirmaban que su cambio había sido únicamente por el poder del Evangelio!
Fue sorprendente escuchar esto, ya que he pasado demasiados días terriblemente desanimada por mi debilidad e insuficiencia, preguntándome por qué estoy aquí. Seguramente Dios podría haber usado a una persona más apropiada para esta gran tarea de llevar la Palabra a la gente profundamente perdida de una aldea remota. Pero al oír los testimonios y cómo su vida fue cambiada por el PODER de Su PALABRA, ¡no me atrevo a cuestionar la capacidad de Dios!
Cuando llegó el momento de regresar a casa después de cuatro días increíbles, de repente sentí que un mar de lágrimas inundaba mis ojos. Sentí un vínculo instantáneo con estas personas a través del Espíritu. Cuando llegó a mi mente el pensamiento de que no sabía si alguna vez volvería a ver a la gente de Moi, un hombre joven me miró y dijo: “Nos vemos más tarde en el cielo”; ¡ahora las lágrimas caían! Qué gozo, que un día yo (y Tú) veré a muchos creyentes mois en el cielo.
El simple sacrificio de dejar el país y la familia, sin duda vale la pena por la promesa de estar para siempre en el cielo. ¡Y ninguna persona [incluida yo] está fuera de la capacidad de Dios para ser usada, con tal que esté dispuesta! -Bethany
En este mes hemos estado muy animados por las muchas notas de aliento, correos electrónicos y un par de personas nuevas que apoyan nuestro ministerio mensualmente. ¡Gracias! Su inversión en nuestras vidas es una gran bendición y realmente nos motiva a seguir adelante.
Sigan orando por nosotros
- Por un renovado amor por nuestro Padre todos los días
- Por las actitudes en general y por paciencia en medio del estrés y el calor.
- Por un continuo matrimonio fortalecido y para que nuestros hijos conozcan y amen al Señor.
- Por sabiduría mientras comenzamos el proceso de la formación de un equipo y mientras decidimos con cuál tribu trabajar
- Y por ánimo y perseverancia ya que todavía estamos estudiando y aprendiendo la lengua franca
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