Lecciones en imágenes
12 de abril
Durante este año sabático hemos tenido la oportunidad de pasar tiempo con todos nuestros hijos y nietos. ¡Qué privilegio y qué alegría!
En noviembre fuimos al norte de África —nuestra primera vez en el continente africano. Fuimos observadores atentos de todo lo que sucedía a nuestro alrededor. Aunque era África lo que estábamos visitando, imaginábamos que sería muy similar a lo que uno podría ver en las tierras bíblicas. Examinando las fotos más tarde, especialmente tres de ellas me llevaron de nuevo a la Palabra de Dios y añadieron nuevos niveles de significado a pasajes bien conocidos de las Escrituras.
“…el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas”. (Juan 10:2-4; 14, 15).
Lo que vi ejemplificado en esta foto, en lo que respecta a la vida de un pastor, es sacrificio y satisfacción. Este anciano con el pequeño rebaño de ovejas no parece tener una vida fácil por seguro. Aun así, un asomo de sonrisa parece estirarse en su boca. Tal vez es una sonrisa de satisfacción porque tiene un trabajo y animales para cuidar, y la satisfacción de que puede hacer bien su trabajo. El pasto no es ciertamente abundante; como esta (foto) fue tomada desde nuestro auto cuando pasábamos, lo que había disponible era solamente lo que vimos a lo largo del borde de la carretera. Sin embargo, él no parece preocupado; para hoy es suficiente. La suya es una vida de sacrificio; mi Salvador hizo lo mismo por mí. Él estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para poder ser mi suficiente Salvador. “El Señor es mi pastor; nada me faltará” (Sal. 23:1). Él es suficiente para todas mis necesidades.
Tres de los cuatro evangelios dicen que una “corona de espinas” fue tejida y “puesta en” la cabeza de Jesús. He oído decir a varios oradores que el verbo para “puesta en” indica más que la corona de espinas fue empujada con fuerza hacia abajo en la carne. Mirando las espinas de un arbusto nativo de esta zona de África y también del Medio Oriente, tuve un sentimiento mucho más profundo de dolor y angustia al pensar en los sufrimientos de Jesús. Estas espinas eran muy afiladas y puntiagudas y fuertes, no se rompían fácilmente. Oh, el sufrimiento de mi Señor, en mi lugar, tomando el castigo que debería haber sido mío. Una línea de un himno viene a mi mente: “Oh, el profundo, profundo amor de Jesús…”. Solamente Dios podía amarme así; únicamente el Cordero perfecto de Dios podía tomar mi lugar en la cruz y pagar completamente el precio del pecado que yo debía.
“También tengo otras ovejas que no son de este redil. Aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” Juan 10:16. Estamos agradecidos con el Señor por darnos la oportunidad de visitar esta tierra y, por supuesto, a nuestra familia aquí. Nuestra oración es que estas personas queridas que aún están sin pastor, escuchen la voz del verdadero Pastor, lo reconozcan como Él es y entren en Su redil también.
A veces el “cuidado de miembros” se ve así …
23 de marzo
El Cuidado de miembros en realidad tiene mucho más que ver con escuchar, y mi esposo es MUY bueno para esto. Él escucha atentamente y hace buenas preguntas que invitan a los demás a participar, compartir y, con el tiempo, compartir del corazón. Aquí en la foto no está con un amigo misionero, sino con otro amigo, el padre de uno de los miembros de nuestra iglesia. Este hombre, don José, necesita conocer a Jesús. ¿Orarías por él?
Cuidado de miembros para la próxima generación
11 de junio
Recientemente tuvimos la alegría personal de escuchar a uno de “nuestros” hijos de misioneros, ya un misionero, presentando un desafío de la Palabra de Dios a los candidatos a misioneros nacionales aquí, y también contando acerca de la logística y las complejidades del ministerio tribal en que está involucrado ahora. Philip es un misionero de tercera generación y sirve en una zona tribal del norte de Brasil.
En la tarde, él y su padre pasaron un tiempo con nosotros en nuestra casa. Esperamos a que pasara la tormenta tomando café con torta de chocolate y compartiendo juntos sobre las alegrías y tristezas, así como las ventajas y desafíos, de servir en el llamado de Dios. Nos sentimos bendecidos por haber tenido una parte en la vida de Philip en el pasado, y ahora sosteniéndole en oración mientras sirve al Señor aquí en Brasil. Él también es un fruto de sus oraciones por nosotros a través de los años mientras servimos en el ministerio de la escuela. Gracias, y den gracias al Señor con nosotros por la vida y el ministerio de Philip.
“…animaos unos a otros, y edificaos unos a otros…”.