22 de mayo
Taller de traducción
Después de llegar a la región del Pacífico Asiático el mes pasado, Bob tuvo el privilegio de ayudar a capacitar a una pareja de esposos mientras comienzan una nueva etapa en su ministerio, la traducción de la Biblia. Su equipo ha enseñado recientemente lecciones bíblicas fundamentales al grupo étnico en el que sirven, y ahora hay algunos creyentes que están sedientos de oír más de la Palabra de Dios en su propia lengua.
Hablantes nativos ayudando con la traducción
Fue magnífico ver cuán dedicados fueron estos misioneros para hallar maneras naturales en el idioma local para expresar la verdad de las Escrituras. A los hablantes nativos también les encantó trabajar con ellos transfiriendo la enseñanza del Señor en Lucas 15 a una traducción clara y comprensible en su propia lengua.
La siguiente parte del viaje de Bob incluyó la revisión de cuatro libros de la Biblia que habían sido traducidos a una lengua hablada por un grupo étnico grande que vive a unos 160 kilómetros del grupo étnico que participó en el taller.
Equipo de revisión de la traducción
Dos traductores y cuatro hablantes nativos se reunieron en la oficina mientras revisábamos cada párrafo de todos los cuatro libros para estar seguros de que la traducción fuera exacta y clara y sonara natural en la lengua local. Si encontrábamos algún problema de comprensión, revisábamos la redacción hasta que ésta comunicara claramente, teniendo cuidado de que aún fuera fiel al texto original.
Después de seis días completos de trabajo, terminamos de revisar el libro veterotestamentario de Rut, al igual que las cartas de Hebreos, Santiago y Judas. Siempre es un privilegio estar presente cuando los creyentes escuchan por primera vez en su propia lengua porciones de las Escrituras. Todos estos cuatro libros ya han sido aprobados para ser imprimidos y distribuidos entre las iglesias locales de ese grupo lingüístico, ¡y su Nuevo Testamento está casi completo!
El propósito de la última etapa del viaje de Bob era trabajar con hablantes nativos del grupo étnico tugutil en la traducción del evangelio de Mateo. Así que el comienzo de mayo lo encontró tratando de abrirse camino en la zona remota donde vivíamos. Tratando de ser la palabra en acción. Mientras todavía estaba enseñando el taller, él escuchó noticias de la provincia a donde pronto se dirigiría, pero no eran buenas noticias. Uno de los tres barcos de pasajeros que hace el viaje de 9 horas hasta la zona tugutil de la ciudad, había explotado y se había quemado hasta la quilla. Afortunadamente no había pasajeros a bordo en el momento.
Desafíos del transporte
A pesar de ese accidente, aún había otros dos barcos funcionando, por lo tanto, se dirigió al este –solamente para descubrir que el horario del barco había cambiado. Como resultado, tuvo que esperar tres noches para que el próximo barco ingresara a los muelles. Entonces finalmente logró abordar uno de los barcos que iba con destino a la tierra de los tugutiles. Sin embargo, después de hablar con la tripulación, pronto se hizo evidente que el horario para regresar a la ciudad sólo ofrecía dos opciones –ir al interior y trabajar solamente durante tres días, antes de volver a salir, o quedarse en el interior por más tiempo y afrontar la fuerte posibilidad de no poder tomar un barco que lo trajera de vuelta a la ciudad a tiempo para su vuelo de regreso a Estados Unidos y todos los vuelos de conexión.
Después de llamar a un compañero de equipo y discutir estas opciones, se tomó la decisión de trabajar con el puñado de personas de Tugutil que estuvieran en la ciudad para tomar una capacitación o por razones médicas. Por lo tanto, Bob regresó sobre sus pasos a la ciudad.
A pesar de que no hizo tanto progreso en la traducción como se había previsto, fue bueno reencontrarse con y ayudar a los creyentes tugutiles que estaban necesitando asistencia médica. Una de ellos, quien participó en un equipo que evangelizó una reunión de tugutiles en otra parte de la isla, tuvo que sufrir la amputación de su brazo por debajo del hombro para extirparle un tumor canceroso. Por favor, ora por ella y su esposo mientras ella sigue sanándose y mientras los dos se adaptan a este reto que se suma a su rutina diaria.
Creyentes tugutiles –sanándose y traduciendo
¡Gracias por tus oraciones y tu colaboración en nuestro ministerio en la región del Pacífico Asiático!
Por causa del Calvario,
Bob & Debbie Clark