Muchas familias están muy familiarizadas con las dificultades y la aflicción que acompañan la crianza de un niño terco. Muchas preguntas inundan la mente mientras uno trata de llevar dicho niño al Señor: ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Qué debo hacer ahora? ¿Cómo puedo llegar a él/ella? ¿Por lo menos ve que lo que está haciendo es malo?
El dolor y las preguntas son los mismos al tratar de impartir el discipulado a un ‘hijo’ terco de la iglesia: ¿Cómo llevarlo/llevarla a mirar su pecado y no el de los demás? La Escritura es clara al respecto, ¿por qué no pueden ver eso? ¿Cómo enseñarles que ésa no es la forma de tratar a nuestros ‘hermanos y hermanas’.
La gente wahgi, al igual que muchos de nosotros, ha tenido años de práctica haciendo lo malo y tratando los conflictos en una manera equivocada y no bíblica. La persona agraviada nunca será la primera en iniciar la reconciliación. Por el contrario, llevará la ira y la amargura hasta el día de su muerte, y en algunos casos podría de manera intencional seguir el mismo mal comportamiento para fastidiar a quien la ha ofendido.
Tal es la situación en que nos encontramos ahora con un querido hermano nuestro. Recientemente, un individuo de la iglesia comenzó a hablar a otros sobre un área de pecado en la vida de este hombre. Lo que se dijo estaba basado en la verdad, pero se compartió en una manera equivocada y perjudicial.
A pesar de que el otro se haya equivocado, este hombre se niega a ver su propio pecado y sólo ve que el otro individuo ha difamado su nombre públicamente, y ha seguido participando públicamente en el mismo pecado con el fin de enviar una señal. Hemos tenido la oportunidad de hablar con él en cuanto a sus acciones y su actitud, pero se ha propuesto en la mente justificarse a sí mismo y negarse a reconocer cualquier mal de su parte.
También pensamos hablar amablemente con la otra persona en cuanto a que sus acciones fueron equivocadas, aunque lo que estuviera diciendo estuviera basado en la verdad, y que la Escritura expone el método apropiado para ir a un ‘hermano o hermana’ cuando surjan hábitos como ésos.
Por favor, ora para que estos individuos tengan un corazón sensible mientras tratamos de llevarlos a las Escrituras y restaurarlos. Ora también por sabiduría para nosotros ya que buscamos impartir el discipulado a estos nuevos creyentes wahgis.