11 de mayo
¿Qué es normal? ¿Es besar en la boca a tu hermana? ¿Qué en cuanto a besar a tu esposa en la boca? ¿Es normal para algunas personas no ser normales? Normalmente muchas personas hacen cosas que no son normales. Normalmente cuando cepillo mi lengua con el cepillo dental me ahogo un poco; ¿es eso normal?
Probablemente nadie puede responder esa pregunta para mí, excepto yo. ¿Estás de acuerdo? Supongo que también depende de qué tan personal o general estoy hablando. Existen normas personales y normas culturales y quizá incluso normas universales. La vida en Senegal ha cambiado por complete mi comprensión de lo que considero normal.
El otro día le pedí a mi amigo Haurell que me contara una historia. Quería ver si era capaz de entender una historia en francés de la que no tuviera un conocimiento previo. Hasta este punto en nuestro aprendizaje del idioma hemos escuchado o hablado acerca de temas de los cuales ya teníamos un conocimiento, o simplemente sabíamos cuál era el contexto. Él decidió contarme la historia de cuando se trasladó de la República del Congo a Dakar, Senegal. El objetivo de su historia era destacar las diferencias y los cambios difíciles que tuvo que afrontar al vivir en un nuevo lugar. Luego habló de cómo con el tiempo hizo esos cambios y que esas cosas que eran extrañas ahora son normales.
Haurell podría haber contado cualquier otra historia, pero me alegra que me hubiera contado ésa. Me di cuenta que él se identifica conmigo más de lo que yo creo. También me hizo caer en la cuenta de que lo normal puede cambiar en una manera tan gradual que uno ni siquiera lo nota hasta que habla de ello. No estoy diciendo que soy senegalés, pero mi “normal” ha cambiado. Por ejemplo, en mi país si alguien camina en frente de mí mientras estoy conduciendo el auto sólo porque esa persona sabe que reduciré la velocidad, yo deliberadamente aceleraría sólo para asustarla. Ahora, la gente camina en medio del tráfico todos los días. ¡Es inevitable! Una vez prácticamente me subí sobre el capó de un taxi para poder seguir caminando en medio del tráfico congestionado, pero me detuvo un amigo que estaba sentado en otro taxi que estaba junto a mí. Permanecí en la carretera, rodeado de taxis, y caminé junto al vehículo hablando con mi amigo mientras éste avanzaba a paso de tortuga en el tráfico. ¡Eso nunca ocurriría en mi país!
¿Alguien recuerda los Jellys? Esos zapatos de verano súper femeninos que muy a menudo se usaban en color rosa neón. Aproximadamente el 50% de los jóvenes varones de aquí los usan. ¿Qué tal en cuanto a tomarse de la mano con tu amigo mientras cruzan la calle o caminan por una acera muy concurrida? Otra normalidad es la vestimenta tradicional y formal de un hombre senegalés, quizá se parece un poco a una pijama pasada de moda. Ni hablar de la comida; ése es un tema completamente diferente. La mayoría de estas cosas no son normales para mí, pero digamos que ya no las noto. Eso es un cambio. Estoy creando un nuevo entendimiento de lo normal.
Este es un almuerzo normal
Los ejemplos podrían continuar durante días, y eso me alegra. Cambiar es normal y lo normal cambia. Sin embargo, la paradoja es que precisamente aquella Persona que hace que mi normal cambie para el bien, nunca cambia. El apóstol Pablo escribió: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. Tal vez el cambio más significativo que Él ha hecho en mi vida es que ¡estoy espiritualmente vivo! Hubo un tiempo en mi vida que para mí era normal estar muerto. La Palabra de Dios explica perfectamente esta extraña afirmación. Efesios 2:1-10 dice………
1 …estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
¿Normal? Aún no, pero estoy trabajando en eso
¿Qué es normal? Debido a la perfecta y abnegada gracia del Dios que creó y sostiene toda la existencia, es normal para mí estar vivo. Es normal para mí estar lleno de esperanza y gozo aun en medio de mi propia insuficiencia y resultados que detesto absolutamente. Mi esperanza es que cuando la gente me mire o piense en mí, vea o piense en Cristo, aun si no quieren hacerlo. Debido al don de Dios es normal que yo sea salvo, amado y capaz de amar a los demás. Es normal para mí estar en situaciones que no me gustan, pero también es 100% normal que Dios me dé exactamente lo que necesito en cada momento. Es normal que la gente pase toda su vida buscando y asegurándose a sí mismos en cuanto a su propia valía. En Cristo, es normal que alguien entienda su propio valor y viva según él. Oro para que esto sea cierto en mi vida y también en las de todos ustedes.
Amigos, sólo denme un par de meses y tal vez será normal para mí ser visto usando mis Jellys y mi vestimenta pijamezca mientras cruzo la calle sosteniendo la mano de mi amigo y cepillando mis dientes con un palillo. ¿Quién sabe?