Hay una pequeña niña llamada Eva June de seis años de edad. Es Hermosa, inteligente, y escucha con atención la narración de historias acerca de niños que no son tan afortunados como ella. Hace varios meses le envió una carta a su abuela, una misionera en México. En ella había algunos dibujos que había hecho y coloreado; también le expresó su amor y le envió un billete de $5 dólares. Ella quiso enviárselo para que su abuela pudiera dárselo a una niña necesitada.
Hay otra niña; su nombre es Luisa y tiene nueve años. Ella es la mayor de cuatro hijos. Tiene tres hermanos menores. Luisa vive en un sitio escondido, hay que hacer una corta caminata desde un pueblo tepehuán. Vive en una habitación muy burda y en las noches frías de invierno se hace un ovillo alrededor de una fogata para mantenerse caliente.
La abuela de Eva decidió guardar los $5 dólares de su nieta y dárselos a una niña de este pueblo particular. Candy, la misionera del sitio, llevó a la abuela donde la pequeña Luisa. Ella decidió que en lugar de darle dinero en efectivo, compraría material con el dinero de Eva y le haría una manta agradable, cálida y encantadora, especial para una niña.
Candy pudo traducir al idioma tepehuán la pequeña historia de la abuela acerca de Eva, para que Luisa y su familia entendieran el motivo de la nueva manta. También tenía unas cuantas fotos de Eva y su familia. Luisa escogió una foto de Eva para ella. No hace falta decir que estaba emocionada con su manta y su nueva foto.
Seguramente te preguntarás: “¿Por qué es ésta una historia navideña incompleta?” Bueno, Luisa recibió su nueva manta a tiempo como un regalo de Navidad, PERO…el regalo más importante de todos, el don precioso de Jesús, lo les ha sido dado a Luisa y a su gente.
Los misioneros están listos para comenzar a enseñar las lecciones bíblicas, PERO… los líderes de la tribu aún no han dado el permiso para iniciar la enseñanza. En enero, Barry Wingo irá para hablar con el juez tribal principal. Éste es un momento crucial; por favor, ora para que Barry y Candy reciban permiso para enseñar la Biblia, en lugar de pedirles que abandonen el pueblo para siempre. Esta personas son muy protectoras de sus creencias animistas y se resisten a cualquiera que trate de “cambiarlos”. Todos sabemos que este “cambio” increíble les traería paz y gozo, PERO… temen perder el control de su mundo. “…la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.
Mientras disfrutas de las celebraciones navideñas con tu familia y tus amigos, y dan gracias a Dios juntos por Jesús, aparta un tiempo para suplicarle a Dios que abra los corazones de los líderes de la etnia tepehuán del sudoeste para que la pequeña Luisa y toda su gente puedan oír la verdad sobre el niño Jesús. A los esposos Barry & Candy Wingo les gustaría vivir permanentemente con sus amigos. Actualmente ellos pasan tres semanas en la tribu y dos o tres semanas en la ciudad. Cada viaje es agotador y a veces peligroso (viajes de 10 horas sobre una carretera de tierra de 144 kilómetros). A pesar de esto, han aprendido el idioma, han alfabetizado, y tienen preparadas lecciones bíblicas para compartirlas con la gente.
Por favor, ora para que pronto haya una historia “completa” de la Navidad entre los tepehuanes de México.