Mudarse a una aldea remota de la selva puede ser una pesadilla logística, especialmente para una familia de cinco personas. Cuando se agrega a esto una escasez de combustible para aviación, se hace aún más complicado.
¿Puedes imaginar cómo sería planear una mudanza con dos escenarios muy diferentes? Uno de ellos podría considerarse fácil: llevar en avión todos los bienes a la aldea. El otro implica un arduo viaje por río y por camino, limitando los suministros que uno puede llevar.
Diez años fraguando un viaje
Pesadilla logística o no, para Jevon y Danica Rich, misioneros en Brasil, esta mudanza fue una respuesta a la oración —diez años de oración.
Ellos trataron de ser pacientes, mientras esperaban para ver si habría combustible disponible para la mudanza –en avión–, y mientras se fijaban fechas y luego se desechaban. Perdieron la cuenta de cuántas veces empacaron, desempacaron, y empacaron de nuevo. La emoción de ver a Dios haciendo lo imposible estuvo entrelazada con el estrés provocado por los planes interrumpidos.
El vuelo final
Y luego, el milagro ocurrió. Hubo disponibilidad de combustible de aviación y la mudanza –en avión– se hizo realidad. Tres días de vuelos seguidos –tres maravillosos y agotadores días de vuelos milagrosos.
Jevon le señaló a su esposa que milagroso no quería decir sin sudor. “Puedo dar fe de ello”, comentó Danica. “He visto el sudor goteando de su cara y su camisa, como si se hubiese dado una zambullida en el río, pero no”.
Cuando se terminó de descargar el último vuelo, no hubo ningún pedido de pizza para celebrar. No había ninguna pizzería. Ninguna tienda de comestibles local. Ningún café. Jevon y Danica estaban comenzando una nueva vida en una aldea remota de la selva sin los lujos de la civilización. Pero estaban emocionados.
Que empiece el ministerio
“Alégrate con nosotros”, escriben Jevon y Danica, “pero ora también por nosotros, por el aumento de fuerza y energía que necesitan nuestros cuerpos, mentes y espíritus. …Ora para que podamos organizar nuestra casa de manera súper rápida, a fin de poder centrarnos más en llegar a conocer a la gente”.
De eso se trata esta mudanza. Es comenzar el siguiente capítulo de nuestra vida sirviendo a un grupo étnico que no conoce al Señor, preciosas almas que necesitan conocer al Salvador.
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