Andy y Sara Royer están sirviendo a Dios en el Instituto Bíblico de New Tribes Mission en Brasil, un curso que capacita misioneros que se dirigen hacia un ministerio con grupos étnicos no alcanzados.
Sara explica que estos estudiantes son brasileños que están estudiando y están preparándose diligentemente para mudarse a una tribu con el fin de absorber esa cultura tribal por medio de las amistades con ellos, aprendiendo bien su lengua y luego trabajando para traducir la Biblia a ese idioma, con el fin de poder compartir claramente el Evangelio en dicho idioma y finalmente ayudar a los creyentes a establecer una iglesia en esa tribu.
Los Royer dicen que los estudiantes brasileños del instituto bíblico mantienen “un horario arrollador”. Además de sus estudios académicos, ellos deben pasar tres horas diarias ayudando en el instituto en ministerios como cocinar, limpiar, cuidar niños, trabajar en el huerto y hacer labores de mantenimiento. Ellos también presentan estudios bíblicos y participan en el coro y en dramas, los cuales son usados para movilizar estudiantes nuevos que aman las misiones tribales en Brasil.
Andy enseña clases bíblicas en el instituto y también sirve como consejero para los estudiantes varones. Sara está estudiando fuertemente el portugués y anhela tener un ministerio más amplio con las damas. Ella también dedica mucho tiempo a enseñar a sus hijos en casa. Aun los hijos de los Royer están participando ardientemente en el ministerio al invitar constantemente niños a jugar en su hogar.
Sara comparte que aunque el ministerio de la docencia de Andy fue el que los llevó a Brasil, siente que ellos mismos están en el proceso de ser educados.
“Estamos aprendiendo mucho de esta gente querida. No puedo contener las lágrimas cuando pienso en por qué estos estudiantes están aquí. Todos ellos han dejado sus hogares y familias. El mundo puede que son locos al dejar la estabilidad financiera y las comodidades”, comparte Sara.
Luego añade: “Pero cuando estamos ante Aquel que lo dio todo, no veo a ninguno de nosotros deseando haber retenido esas cosas”.
Sara piensa con frecuencia en los valores representados en la reflexión del misionero y mártir Jim Elliot: “No es tonto el que da lo que no puede retener por ganar lo que no puede perder”.
Andy y Sara están agradecidos de estar sirviendo a Dios —felices de ser parte de lo que implica ayudar a equipar a estudiantes para que difundan el Evangelio, en Brasil y en las partes más remotas del mundo. Los Royer no tienen remordimiento de la decisión que tomaron de seguir la guía de Dios a Brasil y de invertir sus vidas allí para ganar lo que no se puede perder.