Jesse es un hombre guanano joven, un creyente que lucha con la adicción al alcohol. Siendo un creyente nuevo, Jesse ha expresado el deseo de que haya un cambio en su vida, un deseo de romper con su destructivo estilo de vida y ser transformado por la obra de Dios en su vida.
Y por un tiempo, Jesse estudió constantemente la Palabra de Dios y se reunió para tener comunión con los creyentes y ser fortalecido y animado en su andar con Cristo.
Pero apartarse de su antiguo estilo de vida era difícil, comparte el misionero Darío Drake. Así que habían pasado muchos meses desde que Jesse había dejado de venir a estudiar la Biblia con sus hermanos y hermanas en Cristo.
“Luego, este domingo pasado, él vino y se paró ante los creyentes y pidió perdón”, comenta Darío.
Y ellos escucharon mientras Jesse compartía una historia.
“Él contó que un hombre se le había aparecido recientemente y le había dado una foto de un reloj”, informa Darío. “El hombre le preguntó: ‘Si tú tuvieras una casa o un auto o un motor fuera de borda, ¿lo cambiarías por este reloj?’. Jesse respondió: ‘Por supuesto que no’. El hombre replicó: ‘Entonces serías un perdedor; este reloj fue vendido hace poco por $900.000 dólares’”.
Darío explica que el hombre confrontó después a Jesse, diciendo: “Tú dices que eres cristiano, pero continúas con tu estilo de vida pecaminoso. Tú crees que eso vale más que las riquezas que Dios tiene para ti; tú eres el que pierdes”.
Darío comenta que estas palabras sencillas fueron usadas poderosamente por el Espíritu de Dios en la vida de Jesse. En el corazón de Jesse nació el deseo de regresar a la comunión de la iglesia y al estudio de la Palabra de Dios y humildemente volvió para compartir esta historia con la iglesia guanana y pidió a sus hermanos y hermanas en Cristo que lo perdonaran.
En la iglesia hay otros creyentes guananos que lucharon en el pasado con el dominio de la adicción al alcohol y han sido liberados dramáticamente por el poder de Cristo para andar en triunfo y gozo. Jesse será recibido con amor y empatía mientras crece en su entendimiento de la gracia de Dios.
“Depender de la vida de Cristo para que lo libere del hábito de la embriaguez constante es apenas un paso hacia la madurez espiritual”, señala Darío. “Pero ha sido el incumplimiento de este paso lo que le ha impedido dar los siguientes”.
Ora por Jesse mientras empieza nuevamente a crecer en Cristo. Ora para que Dios lo anime poderosamente. Ora para que en verdad él descubra que lo que estaba perdiendo de la Palabra de Dios y la comunión con el pueblo de Dios es infinitamente más valioso que las cosas a las que él se estaba aferrando. Ora para que el amor y el alimento espiritual abunden en los corazones de los creyentes guananos para que reciban a Jesse en una vida de libertad y gozo en Cristo.