Los misioneros Kevin y Sherry Miles aprovechan cada oportunidad para alcanzar a otros con el Evangelio en el Pacífico Asiático.
Su hogar fue robado, de modo que empezaron a buscar un vigilante responsable y fiel. “Así fue como conocí a Roy. Él se convirtió pronto en un buen amigo que estaba feliz de ayudar a la familia”, informó Kevin.
Roy y su madre eran el único apoyo de sus hermanos menores. Él trabajaba duro como vigilante nocturno en diferentes lugares para brindarles educación y suplirles otras necesidades.
Luego ingresó a una pequeña escuela bíblica a varios kilómetros de distancia. Pero los costos del transporte y de la escuela fueron más de lo que él podía soportar y se retiró.
Entonces Kevin ofreció compartir enseñanza bíblica de evangelización con Roy. Roy vigila la escuela internacional del pueblo de 10 p.m. a 6 a.m. Él pasa a la casa de Kevin todas las noches a las 7:30 para recibir enseñanza.
“No ha sido fácil”, comentó Kevin, “ya que a esa hora del día estoy cansado, pero ha sido muy gratificante”.
Mientras Kevin enseñaba la Biblia en forma cronológica, Roy era como “un niño en una confitería” mientras juntos exploraban verdades que él nunca había entendido, especialmente sobre la vida de Cristo. Había tantas cosas nuevas que simplemente le dejaban boquiabierto y comenzó a florecer una nueva comprensión del amor de Cristo por él.
“Hoy”, informó Kevin, “Roy continúa creciendo en su entendimiento de la verdad”.
Ellos han estudiado hasta la ascensión de Cristo y ahora están estudiando el libro de Hechos. Oremos por Roy para que capte estas nuevas verdades y para que anhele conocer más y más a Dios.