Janel Nale ha pasado más de un año enseñando a los hijos de los misioneros que están ministrando a la gente landuma. Recientemente ella regresó al centro de capacitación de NTM en Missouri para tomar un curso de lingüística.
Su corazón está en África Occidental, pero hay preparativos que deben hacerse primero. Y no ha sido fácil.
Janel dice que el estudio de la lingüística en cierto modo es como una combinación de resolver rompecabezas Sudoku y escribir pruebas de geometría con letras en lugar de números.
“Yo me divierto resolviendo rompecabezas”, afirma ella, “y la lingüística en cierto modo es como resolver un rompecabezas muy grande”.
Pero el rompecabezas de la lingüística es bastante complejo. “En estas primeras semanas hemos tratado la interpretación y el análisis de fenómenos”, informa Janel, apresurándose a explicar: “básicamente, tenemos que decidir cuáles letras usar para transcribir un idioma extranjero, con base en cómo piensa un hablante nativo de esa lengua”.
Su instructor aconsejó al comienzo del curso: “Comiencen con lo evidente”. Sonó como un gran consejo, pero a veces Janel encuentra que es más fácil decirlo que hacerlo.
“Hay tiempos en que me he quedado mirando fijamente un montón de letras en el monitor de mi computadora, tratando de imaginar dónde debo comenzar. Si no puedo encontrar lo que es evidente, entonces ¿cómo voy a descubrir lo que no es obvio?”.
Una mente sobrecargada fácilmente puede llevarlo a uno a un punto donde nada parece tener sentido. Janel confiesa: “Es durante esos tiempos… cuando no puedo discurrir una respuesta, o cuando no entiendo suficientemente aun para hacer una pregunta, que veo dónde necesito aún crecer. A veces olvido cuánto necesito depender de Dios y de pedir Su ayuda”.
Y por esa razón, dice Janel, ella está agradecida por el curso de lingüística y por cualquier cosa difícil en su vida que le recuerde su completa dependencia de la gracia y el poder de Dios.
Janel ora para que, progresivamente, encuentre su identidad en Cristo y no dependa de sus propias capacidades. Y ella pide oración en esta etapa de aprendizaje y crecimiento de su ministerio.
Por fe, ella sabe que Dios está usando los desafíos para aumentar su confianza en Él, por lo cual puede decir: “Estoy agradecida por los problemas difíciles de lingüística”.
Janel sabe que esas lecciones sobre dependencia son aun más valiosas que el curso de lingüística mismo. “Porque son esos tiempos difíciles los que me vuelven a recordar que yo no puedo hacer nada por mí misma”.